PUNTOS SOBRESALIENTES: Súplica de Ester para invertir el decreto de Amán; los enemigos de los judíos son destruidos; se instituye la Fiesta de Purim; Mardoqueo es promovido con gran honor.
VERSÍCULO DE HOY: "Porque Amán hijo de Amadata agageo, enemigo de todos los judíos, había ideado contra los judíos un plan para destruirlos, y había echado Pur, que quiere decir suerte, para consumirlos y acabar con ellos" (Ester 9:24).
Amán parecía ser invencible, y su decreto de ejecutar a todos los judíos parecía ser definitivo. La ley había sido establecida y el decreto había sido aprobado por el rey persa; y bajo la ley de los medos y persas, un decreto no podía ser alterado.
Los astrólogos de Amán "echaron Pur" (que significa "la suerte" ) para determinar el momento más favorable para la ejecución de todos los judíos. El "día de suerte" de Amán cayó en el décimo tercer día del último mes. El principio divino del cual Amán no se dio cuenta fue: "La suerte se echa en el regazo; Más de Jehová es la decisión de ella" (Proverbios 16:33).
El día determinado para la ejecución, conocido como Purim, se transformó de muerte a liberación, y los judíos lo han celebrado todos los años durante siglos. La Fiesta de Purim es un testimonio de que lo que parece ser coincidencia o buena suerte es realmente el trabajo del Soberano Todopoderoso de los asuntos de la tierra.
Que trágico es que en años posteriores cuando Cristo, su Mesías vino para traerles una mayor liberación, fracasaron en reconocerlo.
El juicio de muerte ha sido dado a todos los hombres, porque todos han pecado. Al aceptar a Cristo como nuestro Salvador, recibimos liberación del pecado y de la muerte, y nos es concedida la vida eterna.
"Porque de tal manera amo Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito ... para que el mundo sea salvo por él" (Juan 3:16-17).
PENSAMIENTO PARA HOY: El pecado más engañoso es el orgullo.
CRISTO REVELADO: Por la exaltación de Mardoqueo, de sirviente a una posición de honor y gloria (Ester 8:2,15). Cristo vino a la tierra como un servidor y fue exaltado a la diestra de Dios (Filipenses 2:7-9; Marcos 16:19).
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