21/11/08

GÉNESIS 49 – EXODO 1

PUNTOS SOBRESALIENTES: Las profecías de Jacob en relación a sus doce hijos; Judá llegando a ser el antepasado del Mesías; muertes de Jacob y José; la población hebrea oprimida en Egipto.

VERSÍCULO DE HOY: “Rama fructífera es José… Cuyos vástagos se extienden sobre el muro” (Génesis 49:22).

Cuando Jacob llamó y reunió a sus hijos y les predijo sobre las bendiciones de Dios sobre ellos, hizo énfasis del abuso que José había sufrido: “Le causaron amargura, Le asaetearon, y le aborrecieron los arqueros” (Génesis 49:23; también 40:15; Salmos 105:17-18).

Las dificultades de José empezaron con su discernimiento espiritual y con los sueños que Dios le había dado. Sin embargo, Dios lo estaba preparando para convertirlo en el hombre que usaría para proteger y proveer para Su pueblo en Egipto.

Quizás el primer paso y el más vital hacia el cumplimiento de la voluntad de Dios es el convencimiento de que Su mano poderosa estaba en todas las circunstancias.

Es fácil manifestar las características de una vida llena del Espíritu, amor, gozo y paz, para aquellos que amamos. Pero cuando dejamos que Cristo gobierne nuestros corazones, podemos ir más allá de nuestros sentimientos de maldad, celos y resentimiento hacia aquellos que sentimos nos han hecho daño, y amar a los que no son dignos de ser amados.

Nosotros no tenemos la capacidad de salir adelante con nuestras emociones inestables y fluctuantes. Pero podemos descansar en la seguridad de que lo que no podemos hacer por nosotros mismos, Cristo lo puede hacer a través de nosotros.

“Porque sí perdonáis a los hombres sus ofensas, os perdonará también a vosotros vuestros Padre celestial; mas si no perdonáis a los hombre sus ofensas, tampoco vuestro Padre os perdonará vuestras ofensas” (Mateo 6: 14-15)

PENSAMIENTO PARA HOY: La responsabilidad de la persona inocente es que perdone siempre.

CRISTO REVELADO: Como el Mesías que saldría de en medio de la tribu de Judá. “No será quitado el cetro (derecho de gobernar) de Judá… Hasta que venga Siloh” (Dador de Descanso o Paz) (Génesis 49:10; compare Lucas 3:33). Jesús es el Príncipe de Paz, quien dijo: “Yo os haré descansar” (Mateo 11:28).

ÉXODO

El libro de Éxodo es la continuación de la historia de los descendientes de los 12 hijos de Jacob. Los últimos capítulos de Génesis dicen como Jacob y su familia fueron a vivir a Egipto, durante el tiempo en el que José estaba sirviendo como un alto oficial bajo el Faraón. En aquel tiempo la familia de Jacob consistía de 70 personas. Gracias a José, Faraón concedió a los israelitas la tierra de Gosén, la tierra más productiva de Egipto.

Después de la muerte de José, el prestigio del que habían gozado los israelitas en Egipto gradualmente desapareció.

En el primer capítulo de Éxodo, que significa “la salida” o “partida” (Hebreos 11:22), solo dos versículos cortos abarcan muchos años entre la muerte de José y la era de Moisés (1:6-7).

Capítulos 1-11 abarcan el periodo cuando los israelitas eran esclavos de los egipcios siendo forzados a soportar mucho sufrimiento. Dios dirigió a Moisés a pronunciar una serie de nueve plagas sobre Egipto; entonces El envió el ángel de la muerte a través de la nación incrédula.

Capítulos 12-13 tratan con la milagrosa liberación israelita de Egipto. Esta fue posible debido a su obediencia al aplicar la sangre y al comer el cordero de la Pascua.

En el momento en que fueron liberados de esclavitud, eran probablemente 600 000 hombres israelitas más mujeres, niños y la gran multitud de toda clase de gente (12: 37-38). El número total ha sido estimado en más de dos millones de personas.

Capítulo 14-18 proporcionan un relato de los israelitas desde el Mar Rojo hasta el Monte Sinaí, el cual tomó unos 50 días.

Capítulo 19-40 se llevan a cabo en el Monte Sinaí donde Dios les dio los Diez Mandamientos e instrucciones detalladas para construir el Tabernáculo y ofrecimientos de sacrificios.

El tabernáculo representa la vida y el propósito de Cristo. Desde el momento en que el sacerdote entra por la puerta del comportamiento cerrado del Tabernáculo hasta que entra en el lugar santo, cada proceso simbolizaba a Cristo y el desarrollo de la relación del creyente con el Señor.

Pasaron aproximadamente 430 años desde el momento en que Dios concedió el Pacto Abrahámico hasta que les dio la Ley en el Monte Sinaí (Gálatas 3:16-17).

El libro de Éxodo revela la protección y provisión de Dios para Su pueblo en medio de nuestras grandes dificultades.