22/12/08

LEVÍTICO 16-18

PUNTOS SOBRESALIENTES: Día de Expiación; cordero expiatorio; el consumo prohibido de sangre; prohibición de inmoralidad.

VERSÍCULOS DE HOY: “Después tomará un incensario lleno de brasas de fuego del altar de delante de Jehová, y sus puños llenos del perfume aromático molido, y lo llevará detrás del velo. Y pondrá el perfume sobre el fuego delante de Jehová, y la nube del perfume cubrirá el propiciatorio que está sobre el testimonio, para que no muera” (Levítico 16:12-13).

El altar del incienso que estaba “delante del Señor” en el Lugar Santo era mucho mas pequeño que el altar de bronce en el atrio exterior donde eran ofrecidos los sacrificios. Estaba cubierto con oro y estaba colocado delante de la cortina que daba al Lugar Santísimo. El sumo sacerdote ofrecía incienso en la mañana y en la tarde, simbolizando la ofrenda de oración a Dios “sin cesar.”

Cuando el sacerdote entraba en la tarde para prender las lámparas, y nuevamente cuando adornaba las lámparas en la mañana, él quemaba incienso en este altar dorado, usando brasas vivas del altar del holocausto. Esto significaba que toda oración aceptable tenía su origen en el amor redentor de un Dios perdonador.

El incienso ascendiendo hacia el cielo simbolizaba que los deseos del corazón del adorador alcanzaban hacia Dios. Da significado a la Escritura, “Orad sin cesar” (1 Tesalonicenses 5:17) y revela el poder que los cristianos que oran tienen con Dios. Dios contestará y contesta las oraciones.

Solo al leer la Palabra de Dios podemos saber cómo orar y qué pedir, cosa que complace al Padre. Qué gran privilegio, y responsabilidad tenemos al ofrecer oraciones aceptables a Dios día y noche, orando por aquello que el Espíritu Santo ha puesto en nuestros corazones.

“Y todo lo que pidiereis en oración, creyendo, lo recibiréis” (Mateo 21:22).

PENSAMIENTO PARA HOY: Tenemos el privilegio de comunicarnos con Dios a través de la oración y la lectura de la Biblia. ¿Ha hablado hoy con El?

CRISTO REVELADO: A través de los dos chivos usados en el Día de la Expiación (Levítico 16:8). El sacrificio del primer chivo tipifica que nuestra paz con Dios fue restaurada por la sangre de Cristo. El segundo chivo representa la preciosa misericordia de Dios al quitar para siempre de Su vista los pecados de Su pueblo, “Cuando está lejos el oriente del occidente” (Salmo 103:12; compare Hebreos 10:17).

LEVÍTICO 14-15

PUNTOS SOBRESALIENTES: Purificación después de haber tenido enfermedad de la piel; la inmundicia de hombres y mujeres; sacrificio para limpieza.

VERSÍCULO DE HOY: “Y hará subir el sacerdote el holocausto y la ofrenda sobre el altar. Así hará el sacerdote expiación por él, y será limpio” (Levítico 14:20).

La palabra hebrea usada aquí para “Ofrenda de carne” significa ofrenda de alimento. Consiste en harina fina, aceite e incienso (Levítico 2:1). El sacerdote tomaba un puñado de ofrenda de alimento y lo quemaba sobre el altar.

El grano de trigo representa a Cristo en Sus perfecciones humanas. Tal como el grano en la ofrenda de alimento tenía que ser molido hasta ser harina antes de que podía ser usado, Jesús fue dividido por Su muerte en la cruz para llegar a ser el Pan de vida para Su pueblo.

Una ofrenda de alimento hecha con levadura no era aceptable a Dios, porque la levadura simboliza impureza moral y maldad que corrompe los corazones de los hombres. Es una gran lección para aquellos que esperan las bendiciones de Dios sin quitarse las impurezas morales de sus vidas.

“Limpiaos, pues, de la vieja levadura, para que seáis nueva masa, sin levadura como sois; porque nuestra pascua, que es Cristo, ya fue sacrificada por nosotros. Así que celebremos la fiesta, no con la vieja levadura, ni con la levadura de malicia y de maldad, sino con panes sin levaduras, de sinceridad y de verdad” (1 Corintios 5:7-8).

PENSAMIENTO PARA HOY: Para que seamos una expresión de la ofrenda de alimento, la levadura de pecado y de la voluntad propia debe ser quitada de nuestras vidas.

CRISTO REPRESENTADO: Por el sacerdote que hizo la expiación por el leproso (Levítico 14:20). Cristo hizo expiación por nuestro pecado (Romanos 5:11).