PUNTOS SOBRESALIENTES: Plaga de langostas; advertencia de Joel y llamado a arrepentimiento; día futuro del Señor; derramamiento del Espíritu Santo; restauración de Israel; juicio sobre las naciones.
VERSÍCULO DE HOY: "Y después de esto derramaré mi Espíritu sobre toda carne, y profetizarán vuestros hijos y vuestras hijas; vuestros ancianos soñarán sueños, y vuestros jóvenes verán visiones" (Joel 2:28).
En el día de Pentecostés, después de que los cristianos en el aposento alto fueron llenados con el Espíritu Santo, el Apóstol Pedro dijo: "Mas esto es lo dicho por el profeta Joel" (Hechos 2:16).
Después Pedro dijo: "Por medio de las cuales nos ha dado preciosas y grandísimas promesas, para que por ellas llegáseis a ser participantes de la naturaleza divina, habiendo huido de la corrupción que hay en el mundo a causa de la concupiscencia" ( II Pedro 1:4).
Aquí se contrastan las dos naturalezas de vida: la naturaleza Adánica que recibimos cuando nacemos la cual nos ha traído toda "La corrupción que está en el mundo", y la naturaleza espiritual, la cual recibimos cuando aceptamos a Cristo como Salvador.
El contraste entre la vida en Adán antes de recibir a Cristo y la vida en Cristo, desde el momento en que los aceptamos como nuestro Salvador, es la diferencia entre ser ovejas descarriadas en las tinieblas y ser ovejas redimidas en la luz; del error de la verdad ( I Juan 4:6).
El nacimiento espiritual es sólo el principio de nuestra vida cristiana, debemos estar "llenos del Espíritu" (Efesios 5:18). Entonces, dirigidos por el Espíritu de Dios debemos dejar que Cristo que mora en nosotros tome control completo de nuestras vidas en todo momento.
"Digo, pues: Andad en el Espíritu, y no satisfagáis los deseos de la carne. Porque el deseo de la carne es contra el Espíritu, y el del Espíritu es contra la carne; y estos se oponen entre sí ..." (Gálatas 5:16-17).
PENSAMIENTO PARA HOY: El Espíritu Santo a través de la Palabra de Dios, capacita al creyente para hacer la voluntad de Dios.
CRISTO REVELADO: Como el Único que derrama su Espíritu sobre toda carne (Joel 2:28), cosa que fue cumplida (en parte) en el día de Pentecostés (Hechos 2:16-17).