18/4/10

AMÓS 6 - ABDÍAS 1

PUNTOS SOBRESALIENTES: Calamidad pronunciada sobre el pecado; langostas; fuego; plomada; canastillo de fruta de verano; hambre de la Palabra de Dios; certeza del esparcimiento de Israel y de la destrucción de Edom.

VERSÍCULO DE HOY: "Jehová entonces me dijo: ¿Qué ves, Amós? Y dije: Una plomada de albañil. Y el Señor dijo: He aquí, yo pongo plomada de albañil en medio de mi pueblo Israel; no lo toleraré más" (Amós 7:8).

Una plomada de albañil es un cordel con un peso al final. El albañil (un artesano que construye con piedra o ladrillo) usa la plomada para asegurarse que las paredes están exactamente verticales o rectas cuando pone una piedra sobre la otra.

El Señor se paró sobre una pared con una plomada en Su mano. El propósito de pararse sobre la pared no fue para construirla, sino para anunciar su destrucción. La pared se había desviado demasiado de su centro, de manera que su destrucción era la única solución (Amós 7:7-9).

La pared era un símbolo de la separación del reino de Israel del mundo, y sus profetas eran la "plomada", proclamando el mensaje de Verdad.

La Palabra de Dios es nuestra plomada. Debe ser nuestra guía, para asegurar que nuestros pensamientos y caminos sean rectos ante los ojos de Dios. Así como el albañil usa una plomada para asegurarse que las paredes están verdaderamente derechas, nosotros somos cristianos debemos ser tan precisos al aplicar las verdades de la Biblia a nuestras vidas, como si Cristo mismo sostuviese la plomada de Su Palabra para medir la rectitud de nuestras vidas.

"No todo el que me dice: Señor, Señor, entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos" (Mateo 7:21).

PENSAMIENTO PARA HOY: La Palabra de Dios es la única plomada confiable para nuestras vidas, ya que revela el punto de vista de Dios para nosotros.



CRISTO REVELADO: Como la Plomada (Amós 7:7-8). Cristo camina en medio de Su pueblo, exponiendo lo bueno y lo malo, lo verdadero y lo falso (Apocalipsis 2-3).

17/4/10

ABDÍAS


Abdías, el libro más corto del Antiguo Testamento, advierte acerca de la certeza del juicio justo de Dios sobre todos los que se oponen a él y a Su pueblo. Abdías también enfatiza el establecimiento final del reino de Dios.

Abdías profetizó la destrucción final  de los edomitas, los cuales eran descendientes de Esaú, los que deberían haber mostrado preocupación por sus hermanos de Judá. Sin embargo, fueron crueles y ayudaron a Nabucodonosor en la destrucción de Jerusalén (versículo 10). Cuatro años después de la derrota de Jerusalén, los edomitas también fueron derrotados.

Contrario a la profecía contra los edomitas, quienes debían ser destruidos y nunca más ser una nación, Abdías profetizó que la nación de Judá  recobraría sus posesiones (15 - 17).

Generalmente se supone que Abdías profetizó durante el reinado del último rey de Judá, ya sea Jeroboám o Sedequías.