Esta carta hace énfasis en el amor y en el perdón cristianos, que muestran el poder del evangelio para ganar a Cristo a un esclavo que había huido.
Cristo ha unido en El a todo cristiano, creando así una fraternidad espiritual que hace que amo y esclavo reconozcan que son uno en Cristo. El pensamiento clave es: "Oigo del amor y de la fe que tienes hacia el Señor Jesús, y para con todos los santos" (1:5)

