7/8/10

HEBREOS 1 - 4

PUNTOS SOBRESALIENTES: Cristo se encarnó en cuerpo humano; la superioridad de Cristo sobre los ángeles y sobre Moisés; obra de salvación de Cristo; peligro de incredulidad; descanso para el pueblo de Dios; Cristo, nuestro Sumo Sacerdote.

VERSÍCULOS DE HOY: "Porque no tenemos un sumo sacerdote que no pueda compadecerse de nuestras debilidades, sino uno que fue tentado en todo según nuestra semejanza, pero sin pecado. Acerquémonos, pues, confiadamente al trono de la gloria, para alcanzar misericordia y hallar gracia para el oportuno socorro" (Hebreos 4:15-16).

El sumo sacerdote tenía una posición de gran importancia entre los judíos. Por él ellos podían conseguir y retener una relación aceptable con Dios. El sumo sacerdote representaba también a Dios ante el pueblo.

Una vez al año, en el día de la Expiación, el sumo sacerdote pasaba a través de la cortina que separaba el lugar santo del lugar santísimo donde habitaba la gloria de la presencia de Dios. Era un símbolo de Cristo que pasaba de la presencia de sus discípulos, al lugar santísimo de la presencia de Dios.

Cristo es nuestro gran Sumo Sacerdote todo suficiente, quien se ofreció a sí mismo en la cruz como sacrificio por los pecados de quienes lo aceptan como Salvador. Y por tanto nos invita a acercarnos "Confiadamente al trono de la gracia", a la presencia de Dios, con nuestras peticiones. "Acerquémonos", significa literalmente que estemos siempre acercándonos al trono de la gracia para recibir sabiduría y fuerzas para cada necesidad. Por causa de que contamos con estas maravillosas verdades, no debemos dudar de que Dios responderá a la oración. "Por tanto, teniendo un gran Sumo Sacerdote que traspasó los cielos, Jesús el Hijo de Dios, retengamos nuestra profesión" (Hebreos 4:14).

PENSAMIENTO PARA HOY: Tenemos que dejar que la paz de Cristo, el Príncipe de paz, gobierne nuestras vidas, de lo contrario sufriremos las consecuencias de frustración y desconsuelo.

5/8/10

HEBREOS

El personaje central en Hebreos es Cristo. Se presenta muy superior a los profetas, a los ángeles y aún a Moisés. Cristo nos ha limpiado de nuestros pecados con Su sangre, y está sentado a la diestra de Dios como Sumo Sacerdote sobre todos.

El pensamiento  clave es: "Por tanto, hermanos santos, participantes del llamamiento celestial, considerad al apóstol y sumo sacerdote de nuestra profesión, Cristo Jesús" (3:1).

"Acerquémonos, pues, confiadamente al trono de la gracia, para alcanzar misericordia y hallar gracia para el oportuno socorro" (4:16). Este libro nos muestra que la fuente de poder para una vida cristiana victoriosa es la Palabra de Dios. Cristo es la Palabra Viva de Dios, que es "viva y eficaz" (4:12).