17/11/10

Mensaje falsificado (3ra Parte)

La batalla final, que el Apocalipsis llama Armagedón y que sucederá antes de la venida de Cristo, no será una batalla con cañones o misiles. No será de Oriente contra Occidente, ni socialismo contra capitalismo. La última batalla de los siglos será entre realidad y la ficción, entre la verdad y la mentira, entre el bien y el mal. Y el campo de batalla será el corazón humano.


Este enemigo, mentiroso por naturaleza, tratará de engañar al mayor número de personas en los días finales de la historia, incluso a los más precavidos. Para lograrlo, naturalmente, no se presentará como es. Si lo hiciera, nadie iría con él. El apóstol San Pablo dice el enemigo vendrá camuflado: "... No es maravilla, porque el mismo Satanás se disfraza como ángel de luz"( 2 Corintios 11:14). Será un personaje espiritual, religioso, obrador de "señales y prodigios". De otro modo los "escogidos" nunca caerían en sus artimañas.

El apóstol Pablo describe la manera en que actuará el engañador en los días finales: "Pero con respecto a la venida de nuestro Señor Jesucristo, y nuestra reunión con él, os rogamos, hermanos, que no os dejéis mover fácilmente de vuestro modo de pensar... Nadie os engañe en ninguna manera; porque no vendrá sin que antes venga la apostasía, y se manifieste el hombre de pecado, el hijo de perdición, el cual se opone y se levanta contra todo lo que se llama Dios o es objeto de culto; tanto que se sienta en el templo de Dios como Dios, haciéndose pasar por Dios"(2 Tesalonicenses 2:1-4).

Este texto es clave para entender el asunto. San Pablo afirma que el Señor Jesús no vendrá antes de que "venga la apostasía y se manifieste el hombre de pecado". ¿Quién es este "hombre de pecado"? ¿A quién se refiere el apóstol? ¿De qué apostasía habla y cuándo sucederá eso?.

El propio Pablo menciona otras características de ese "hombre de pecado". Dice que "se opone y se levanta contra todo lo que se llama Dios y es objeto de culto". Pero se levanta contra Dios de una forma extraña. Se "opone" sin oponerse. No habla contra Dios sino que se disfraza, se hace "pasar por Dios", "se sienta en el templo de Dios, como Dios". Pero no es Dios. Desdichadamente, las multitudes le creen, lo siguen y aceptan lo que él enseña. Y al hacerlo, lógicamente, caen en la apostasía.

¿Conoces, en nuestros días, algún poder religioso que se atribuya poderes divinos? ¿Has visto alguna institución religiosa que pretenda tener o considere que tiene autoridad suficiente como para "cambiar" lo que está escrito en la Palabra de Dios? Esto es preocupante. El día que tú veas que un ser humano se sienta en un trono y se hace pasar por representante de Dios, puedes saber que es parte del cumplimiento de la profecía bíblica.

Jesús dijo que la hora de su retorno estaría próxima cuando se viera "en el lugar santo de la abominación desoladora de que habló el profeta Daniel (el que lee, entienda)" (San Mateo 24:15). La frase "el que lee, entienda" está en el texto entre paréntesis. No todos entenderán. Va a depender de la actitud con que el ser humano busque la verdad. Dios sólo se revela a los que lo buscan con sinceridad y humildad de corazón.

Y ¿de  qué abominación desoladora había hablado el profeta Daniel? Para saberlo necesitamos ir al libro de Daniel. Él había mencionado a un poder religioso que "hablará palabras contra el Altísimo, y a los santos del Altísimo quebrantará, y pensará en cambiar los tiempos y la ley..." Un poder se que "se engrandeció hasta el ejército del cielo... Aun  se engrandeció contra el Príncipe de los ejércitos ... y echó por tierra la verdad, e hizo cuanto quiso, y prosperó"(Daniel 7:25; 8:10-12).

Observa que, en algún momento de la historia, este poder religioso intentaría mudar "los tiempos y la ley" y echaría "por tierra la verdad". ¿Por qué tiene tanto odio contra la verdad? Porque por detrás de este poder está el padre de la mentira. La verdad y la mentira son como la luz y la oscuridad, no pueden andar juntas. El enemigo de Dios inventaría una ley falsa, mentirosa, para llevar la atención de las personas lejos de la ley verdadera. Todo eso usando sus armas preferidas: el engaño y la seducción.

16/11/10

Mensaje falsificado (2da Parte)

El Señor Jesús mencionó también a falsos profetas. Gente que se considera enviada por Dios y ofrece a los hombres soluciones instantáneas para sus problemas. Venden promesas de curaciones milagrosas y prosperidad financiera. Alegan que las bendiciones sólo serán recibidas por los que tengan fe, y que la fe se mide por la cantidad de dinero que las personas dan. En los últimos años han proliferado este tipo de "profetas". Aparecen todos los días. Aprendieron a usar la radio y la televisión para alcanzar al público. Han construido verdaderos imperios financieros.


El argumento que usan para apoyar sus afirmaciones es el "testimonio" de las personas en cuya vida se realizó el milagro. Incluso citan la Biblia para afirmar que nadie haría estas cosas si el Espíritu de Dios no estuviera con ellos. Jesús los describió de la siguiente manera: "No todo el que me dice: Señor, Señor, entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos. Muchos me dirán en aquel día: Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre, y en tu nombre echamos fuera demonios, y en tu nombre hicimos muchos milagros? Y entonces les declararé: Nunca os conocí; apartaos de mí, hacedores de maldad". (San Mateo 7:21-23).

Es increíble. Gente que realizó milagros e hizo maravillas en nombre de Jesús recibe la desaprobación divina. No hicieron la voluntad del Padre. Actuaron de acuerdo con su propia manera de ver las cosas.

En cierto modo, todos estos profetas y personas que se dicen ser el Cristo son un cumplimiento de la profecía, pero el asunto va más allá de personajes delirantes o de aprovechadores que se benefician con la credulidad, el fanatismo o la falta de información del pueblo.

Cuando Jesús habló de falsos Cristos dijo que éstos harían "grandes señales y prodigios, de tal manera que engañarán, si fuere posible, aun a los escogidos"(San Mateo 24:24). Esto es algo serio. Los escogidos -los que aceptan la invitación de Dios de apartarse de la mentira y el error y vivir sólo por la verdad- no serían fácilmente engañados por una curación milagrosa o simplemente porque alguien dice que es el Jesús reencarnado.

Si gente esclarecida va a ser víctima del engaño es porque el asunto es más complicado de lo que se imagina. Aquí la palabra clave es "engaño". De acuerdo con la declaración de Jesús, en los tiempos finales se preparará un engaño tan bien armado que incluso afectará a los escogidos. ¿Quién estará detrás de este engaño y cómo sucederá eso? La Biblia tiene la información necesaria. Dios no podría haber dejado sin orientación a las personas sinceras que desean encontrar la verdad.

En el libro de Apocalipsis encontramos que el autor del engaño maestro de los últimos tiempos será el mismo que en el principio arrastró a una tercera parte de los ángeles del cielo usando la seducción y la mentira. San Juan lo describe de la siguiente manera: "Y fue lanzado fuera el gran dragón, la serpiente antigua, que se llama diablo y Satanás, el cual engaña al mundo entero; fue arrojado a la tierra, y sus ángeles fueron arrojados con él" (Apocalipsis 12:9).

Nota que una de las características de este personaje maligno es que "engaña al mundo entero". Su especialidad es el engaño. Él no obliga a las personas a hacer algo que no desean. Ellas lo siguen porque quieren. Creen lo que él enseña. Están convencidas de que él tiene razón.

El instrumento que este personaje usa para llevar a las multitudes a seguirlo voluntariamente es la seducción y la mentira. El Señor Jesús describió a este engañador como alguien que "... no ha permanecido en la verdad, porque no hay verdad en él. Cuando habla mentira, de suyo habla; porque es mentiroso, y padre de mentira"(San Juan 8:44).