1/1/11

Una extraña persecución (1era parte).

"Entonces os entregarán a tribulación, y os matarán, y seréis aborrecidos de todas las gentes por causa de mi nombre" (San Mateo 24:9).


Los jardines del palacio brillaban tétricamente iluminados por 240 antorchas humanas. Desde su balcón, el emperador Dioclesiano contempla satisfecho el cuadro de horror y muerte. Como fondo musical se oía el lamento agonizante de los cristianos. Eran ellos las antorchas vivas. Su único delito: creer en Jesucristo y obedecer su palabra.

Corría el año 305 de la Era Cristiana. Dos años atrás Dioclesiano había subido al poder. Para empezar, ordenó que todo ejemplar de las Sagradas Escrituras fuera quemado. Las iglesias fueron derribadas. Los que no renunciaban a la religión cristiana eran muertos. Las casas y los que en ellas estaban eran incendiados. La historia registra que el emperador mandó erigir un monumento con la inscripción: "En honor de la extinción de la superstición cristiana". Fue una de las más crueles persecuciones de la historia.

Estos hechos sucedieron en los primeros siglos de la Era Cristiana. Son fragmentos tristes de una historia que a nadie le gusta recordar. Lo que pasó, pasó, y nunca más se volverá a repetir, ¿verdad? ¡Mentira! La persecución reapareció en la Edad Media. Esta vez la propia iglesia cristiana mandó perseguir a grupos de cristianos que insistían en estudiar y obedecer la Biblia como única regla de fe y doctrina. Eran llamados herejes y enfrentaban el juicio y la muerte por su desobediencia a la Palabra de Dios(San Mateo 24:9).

Pasaron siglos de todo aquello. Hoy parece poco probable que alguien sea perseguido por sus convicciones religiosas. Sin embargo, Jesús fue categórico al afirmar que, poco antes de su retorno a la Tierra, un grupo de cristianos volvería a ser perseguido por su insistencia en obedecer a la Biblia y solamente a la Biblia..

En el capítulo que trató de las catástrofes naturales vimos que el Señor Jesús anunció que habría señales extraordinarias en el Sol, la Luna y las estrellas. "Pero en aquellos días, después de aquella tribulación, el sol se oscurecerá, y la luna no dará  su resplandor, y las estrellas caerán del cielo, y las potencias que están en  los cielos serán conmovidas"(Marcos 13:24,25). El Maestro afirmó que todo eso sucedería "después de aquella tribulación". ¿De qué tribulación hablaba Jesús? Él mismo respondió: "Entonces os entregarán a tribulación, y os matarán, y seréis aborrecidos de todas las gentes por causa de mi nombre"(Mateo 24:9, Apocalipsis 12).

¿Quiere decir que antes de la venida de Cristo habrá una persecución? ¿Qué tipo de persecución es esa? ¿De qué se trata? Ninguna persona que ama la verdad puede conservarse al margen de este asunto. Es algo que tiene que ver con el destino eterno de todos los seres humanos.

Antes de continuar con este tema es necesario recordar que a lo largo de la historia siempre existió un enemigo de Dios cuya especialidad es el engaño. Él trató de llevar a la raza humana por el camino de la mentira. Este enemigo es identificado en la Biblia con los nombres de diablo y Satanás(Apocalipsis 12:9). El libro de Apocalipsis lo presenta simbolizado por un dragón(Apocalipsis 12:3,9). El dragón usa la seducción para alcanzar sus propósitos. Emplea la mentira y logra engañar a muchos, incluso, de ser posible, "a los escogidos",  de acuerdo con las palabras del propio Señor Jesús. Pero, aunque la seducción y el engaño le dan buenos dividendos, existe un grupo de personas que estudia la Biblia y no se deja engañar. ¿Qué hace el enemigo entonces? Se llena de ira y los persigue. Si no consiguió sus propósitos por las buenas, lo hará por las malas.

31/12/10

Señal del fin (5ta Parte)

La profecía bíblica afirma que han sucedido dos cosas importantísimas en el universo. La primera sucedió en el cielo. Allí empezó el juicio. La segunda sucedió en la tierra, Dios, levantó un grupo de mensajeros para predicar el evangelio eterno, anunciando la hora del juicio y llamando a la humanidad de nuevo a la adoración del Creador.

Este grupo de mensajeros forma la iglesia remanente, la descendencia de la mujer de Apocalipsis(Apocalipsis 12:17). La profecía anuncia que hay una iglesia llamada por Dios para dar el último mensaje a los seres humanos. La misión de esta iglesia es urgente; por eso el ángel vuela. El mensaje de esta iglesia es importante; por eso el ángel habla en voz alta.

Con el fin de que esta misión se cumpla, Dios ha venido abrigando las puertas en los últimos años y el evangelio ha sido predicado a millones en el mundo. En estos momentos hay emisoras de onda corta, en lugares estratégicos del mundo,  cubriendo con el mensaje del evangelio prácticamente la redondez de la Tierra, en muchos idiomas y dialectos, 24 horas al día.

A través de esos vehículos de comunicación y tantos otros, el evangelio va alcanzando a las personas en los lugares más apartados y distantes. El otro día recibí la carta de un hombre que decía lo siguiente: "Pastor, tal vez en esta vida nunca tendré la oportunidad de conocerlo personalmente. Sólo quería agradecerle porque un día, a través de la radio, oí las buenas nuevas del evangelio al escuchar un mensaje que usted presentaba. En esos momentos mi hogar estaba destruido y yo acababa de cometer dos intentos de suicidio. Había llegado a un punto en que la vida no tenía más sentido. Sufría de una extraña angustia interior que me llevaba a la desesperación. No domía, pasaba las horas de la noche en vela. Había consultado a muchos médicos y especialistas en problemas emocionales, pero nadie me mostraba una solución."

"Una madrugada prendí la radio y lo escuché predicar. Yo nunca había creído en el evangelio, ni en Jesús ni en la Biblia. Yo era un agnóstico. Un hombre racional. Consideraba la religión cosa de personas frágiles, que usaban el cristianismo para esconder sus fragilidades. Yo no necesitaba de muletas para vivir. Pero, de repente, no sé qué ocurrió en mi vida. Empecé a perder el gusto por las cosas. Todo comenzó a perder sentido y fui hundiéndome poco a poco en un mar de angustia y desesperación. Hasta aquella madrugada en que lo escuché por radio. En la penumbra y el silencio de la noche el Espíritu de Dios me habló al corazón, me mostró mi realidad y me hizo ver la necesidad de Jesús. Lo acepté, y hoy me gozo en compartir las nuevas que llegaron a mi vida con las personas que todavía no conocen a Jesús. Soy un hombre feliz".


La predicación del evangelio va cumpliendo su función: rescatar de la muerte a gente que perdió el rumbo de las cosas y de la vida. La señal del regreso de Cristo se está cumpliendo y el mundo está siendo preparado para la cosecha final.

Muy pronto, en el cronograma divino, llegará el día y la hora en que el Padre dirá al Hijo: "Vé, y trae a mis redimidos, aquellos que creyeron en mí estuvieron dispuestos a obedecerme aun corriendo  el riesgo de perder la vida. Ve y trae la más precioso que tengo, trae a mis hijos. No puedo verlos más sufriendo por causa del pecado, no puedo más vivir sin ellos. La mesa está lista, el banquete está preparado. Sólo faltan ellos; por favor, ve y traélos".


Cuando ese día llegue, ¿estarás listo para ir con Jesús?.

La respuesta es sólo tuya.

Entrégale tu vida a Jesús, has esta sencilla pero importante oración con todo tu corazón: "Señor Jesús, reconozco que soy un pecador(a) , te pido por favor que me perdones y hoy te acepto como mi único salvador, te ruego que entres a morar en mi corazón y gobiernes mi vida, Amén ".

Si has hecho esta oración, felicitaciones ya eres un(a) hijo(a) de Dios, ahora perteneces a la familia cristiana, por favor asiste a una iglesia donde se predique la palabra de Dios y lee la Biblia va a ser de gran ayuda para tu vida, y si tienes alguna duda escribe un comentario estaré gustoso de poder ayudarte.Bendiciones.