22/12/08

LEVÍTICO

El libro de Levítico contiene instrucciones para enseñar a los israelitas como vivir vidas santas. “Sed santos, porque Yo soy santo” es la declaración clave de todo el libro (11:44-45). Leyes son dadas no solamente para adoración y ceremonias religiosas, sino también para regular toda la vida.

El sistema de adoración mediante sacrificio hizo posible que el pueblo de Dios pudiese acercarse a El. En Levítico, El ya no les habla desde el Monte Sinaí, sino desde el trono de misericordia dentro del lugar más santo en el Tabernáculo. Desde allí El da instrucciones para las cinco ofrendas de sacrificio (capítulos 1-7). Todos los sacrificios representan los diferentes aspectos de Cristo, el Cordero de Dios, ofreciéndote asimismo como sacrificio por los pecados descarriados.

Los capítulos 8-10 relatan la ordenación de Aarón y sus hijos. Los capítulos 11-15 dan reglamentos para vivir en santidad. El capítulo 16 es dedicado al día de la Expiación.

El libro de Levítico revela que nuestro gozo en la presencia de Dios está basado en nuestra confianza en El y en nuestra obediencia a Su Palabra. La obediencia nos lleva a una armonía con Su naturaleza santa, con ello nos imparte Su paz.

La palabra “santo” no aparece ni una vez en Génesis, pero aparece cerca de 90 veces en el libro de Levítico.

Los eventos en el libro de Levítico posiblemente se desarrollaron en solo un mes, empezando con Dios cuando hablaba desde el Tabernáculo construido (Éxodo 40:1-2; Números 1:1), y terminando después de que dio las cinco fiestas y las leyes sobre santidad y adoración (capítulos 17-27).

ÉXODO 40

PUNTOS SOBRESALIENTES: Tabernáculo terminado y edificado; mobiliario dispuesto; consagración de Aarón y sus hijos; la gloria del Señor llenando el Tabernáculo.

VERSÍCULO DE HOY: “… harás levantar el tabernáculo… y pondrás en él arca del testimonio…” (Éxodo 40:2-3).

El Arca del Testimonio era cerca de 300 metros de largo, 135 metros de ancho, y 135 metros del altura (Éxodo 25:10; 37:1-5). Estaba hecho de madera enchapada con oro por dentro y por fuera, de manera que solo el oro pudiera ser visto. Era el símbolo visible de la presencia de Dios. El Arca tipificaba al Señor Jesucristo. La madera y el oro representaban las dos naturalezas de nuestro Señor, lo humano y lo divino. Las dos tablas de piedra preservadas dentro del Arca representaban a Cristo como la Palabra Viviente (25:21-22;31:18; Deuteronomio 10:1-2; compare Juan 1:1-2).

También dentro del Arca estaba la olla de oro de maná, alimento que Dios dio a Israel durante su viaje a la Tierra Prometida después de ser libres de la esclavitud. Era la sombra de Cristo como el Pan de vida, alimento para Su pueblo fiel.

Asimismo, el Arca guardaba la vara de Aarón que floreció (Números 17), como símbolo de la resurrección de Jesucristo.

Después de abandonar el Monte Sinaí, el Arca del Testimonio era llevada delante de los israelitas (Números 10:33), un tipo de Cristo como líder de Su pueblo peregrino. Cuando llegaron al Río Jordán, entró la presencia del Arca del Señor, dividiendo las aguas para que Israel pase sobre tierra seca. Esto simboliza a nuestro Señor Jesucristo haciendo posible lo imposible para ser “mas que vencedores” (Romanos 8:37).

El Arca del Testimonio mostraba el camino cuando Israel marchaba alrededor de los muros de Jericó. Esto nos enseña que las fortificaciones de Satanás caen cuando el pueblo de Dios es fiel a Su Palabra.

“El que tiene mis mandamientos, y los guarda, ese es el que me ama; y el que me ama, será amado por mi Padre, y yo le amaré, y me manifestaré a él” (Juan 14:21).

PENSAMIENTO PARA HOY: ¿Es realmente Jesús el Señor y Amo de su vida, o es El Señor solo en nombre, porque insiste en complacerse a sí mismo?

CRISTO REPRESENTADO: Por el sumo sacerdote (Éxodo 40:13). “Pero estando yo presente Cristo, sumo sacerdote… para presentarse ahora por nosotros ante Dios” (Hebreos 9:11-24.