PUNTOS SOBRESALIENTES: Visión del Templo futuro.
VERSÍCULO DE HOY: "Me introdujo luego en el templo ..." (Ezequiel 41:1).
Estos tres primeros capítulos describen un Templo futuro, los sacerdotes y sus obligaciones. Una vez terminado, la gloria del Señor retornará y hará este Templo verdaderamente grandioso. La presencia de Dios como una nube brillante, que estaba en el Lugar Santísimo del Tabernáculo, como en el Templo de Salmón, también estará en medio de ellos.
Ezequiel había visto antes esta misma nube pasearse, luego moverse lentamente del Templo al Monte de los Olivos y desaparecer. El pueblo no tenía un sincero interés de ser guiada por Dios. La gloria de este Templo se enfatiza en la declaración "El Señor esta allí" (Ezequiel 48:35; 43:5).
El cristiano es el Templo de Dios, porque somos el lugar donde mora el Señor. Su Espíritu Santo desea controlar nuestra voluntad.
Para el cristiano existen dos maneras de recibir dirección: una, por razonamiento humano; la otra, por Su Palabra cuando el Espíritu Santo nos ilumina y nos da entendimiento. La mente humana sólo puede tomar decisiones basadas en su limitado conocimiento en cualquier situación. Pero el Espíritu Santo podrá dirigir a veces en un camino muy diferente, porque todas las cosas son conocidas por el Señor. "Fíate de Jehová de todo tu corazón, y no te apoyes en tu propia prudencia. Reconócelo en todos tus caminos, y él enderezará tus veredas" (Proverbios 3:5-6).
Es también vital que oremos antes de tomar decisiones. Cuando oramos deberíamos tener una actitud "no se haga mi voluntad, sino la tuya" ( Lucas 22:42). Si nos empeñamos en nuestros propios caminos, perderemos la dirección del Espíritu Santo.
"Sois templo de Dios, y ... el Espíritu de Dios mora en vosotros" ( I Corintios 3:16).
PENSAMIENTO PARA HOY: Si está deseoso de someterse a Dios, El se encargará del resultado.
CRISTO REVELADO: En la exactitud de las instrucciones para el Templo (Ezequiel 40). Así como Jesús nuestro Señor tuvo mucho cuidado en dar detalles para el Templo, El ha dado instrucciones para Su pueblo, que son el Templo de Dios ( I Corintios 6:19-20; II Corintios 6:16-17).
