8/11/08

GÉNESIS 25 – 27


PUNTOS SOBRESALIENTES: El matrimonio de Abraham con Cetura; su muerte; nacimiento de Jacob y Esaú; Esaú vende su primogenitura; Isaac y Abimelec; Isaac bendice a Jacob.


VERSÍCULO DE HOY: “Entonces dijo Esaú: He aquí yo me voy a morir; para que pues, me servirá mi primogenitura?” (Génesis 25 - 32).


Como el hijo mayor, Esaú tenía el derecho de ser la cabeza de la familia, teniendo así además, el privilegio de ser el líder de la tribu y servir como sacerdote. Pero este hombre con mente mundana no dio importancia a sus responsabilidades espirituales. Consecuentemente vendió su primogenitura por un plato de comida, dando así a conocer su falta de interés en la promesa del pacto que Dios había hecho con su abuelo Abraham.

En la vida de estos dos hermanos se evidenciaban dos formas de vidas diferentes; mientras que Esaú vivía para satisfacer sus deseos presentes, Jacob no solo llegó a ser el antepasado de Cristo, el Mesías.

Aunque alguna de las acciones de Jacob puede que parezcan ser reprochables, él creyó en las promesas de Dios. Al leer la historia de Jacob, parece no merecer ser llamado Israel, aunque ninguna criatura de Dios merece o ha ganado el derecho a las bendiciones de Dios. Es sólo por la misericordia de Dios y por Su gran amor que cualquiera recibe. Sus bendiciones.

Nunca deberíamos criticar las acciones reprochables de otro cristiano. No tenemos forma de conocer su corazón y de cuánto desea complacer a Dios. El puede ser otro Jacob a quien Dios usará para cumplir Sus propósitos.

“Tu quién eres, para juzgar al criado ajeno? Para su propio señor está en pie, o cae; pero estará firme, porque poderoso es el Señor para hacerle estar firme” (Romanos 14:4).


PENSAMIENTO PARA HOY: No debemos juzgar por las apariencias.


CRISTO REVELADO: Como la Simiente Espiritual (Génesis 26:4). Todos los creyentes en Cristo son los hijos de la promesa (Juan 1:12 – 13; 1 Juan 3:9)

GÉNESIS 22 – 24


PUNTOS SOBRESALIENTES: El deseo de Abraham de ofrecer a Isaac; el pacto renovado de Dios; la muerte de Sara; arreglo providencial del matrimonio de Rebeca con Isaac.


VERSÍCULO DE HOY: “Y dijo: Oh Jehová Dios de mi señor Abraham, dame, te ruego, el tener hoy buen encuentro, y haz misericordia con mi señor Abraham… Sea, pues, que la doncella a quien dijere: Baja tu cántaro, te ruego, para que yo beba, y ella respondiere: Bebe, y también daré de beber a tus camellos; que sea ésta la que tu has destinado para tu siervo Isaac…” (Génesis 24:12,14).

Abraham determinó que su hijo Isaac, no se casaría con una mujer de Canaán. Entonces envió a su sirviente de mayor confianza (se presume que era Eliezer) a un viaje de 800 kilómetros a Mesopotamia, la tierra natal de Abraham, a elegir a una esposa para Isaac.

Eliécer se dispuso a llevar a cabo su misión con todo el deseo de satisfacer a su amo, así como a Dios. En humildad reverente, Eliécer intercedió en oración por Isaac y Abraham, pidiendo a Dios que lo dirigiera a la mujer que El quería para Isaac. Cuando la joven Rebeca vino al pozo, ella no sabía que Dios la había llevado allí para ser la respuesta a la oración de Eliezer.

Muy pocas veces nos damos cuenta cómo Dios lleva a cabo las respuestas a nuestras oraciones a través de actividades diarias de nuestras vidas.

Eliezer de Damasco tenía los requisitos de un intercesor, no tenía nada que obtener para sí mismo. Su único deseo era el de cumplir la perfecta voluntad de Dios y el de traer bendiciones a otros.

Dios está buscando hombres y mujeres que intercedan en oración, haciendo cualquier sacrificio para alcanzar a las almas perdidas, para complacerlo. “La oración eficaz del justo puede mucho” (Santiago 5:16).


PENSAMIENTO PARA HOY: Dios responde a las oraciones de fe cuando nuestro deseo es el de complacerlo.


CRISTO REVELADO: A través del deseo de Isaac de ser ofrecido (Génesis 22: 7- 10; compare Juan 10:11-18).