PUNTOS SOBRESALIENTES: El deseo de Abraham de ofrecer a Isaac; el pacto renovado de Dios; la muerte de Sara; arreglo providencial del matrimonio de Rebeca con Isaac.
VERSÍCULO DE HOY: “Y dijo: Oh Jehová Dios de mi señor Abraham, dame, te ruego, el tener hoy buen encuentro, y haz misericordia con mi señor Abraham… Sea, pues, que la doncella a quien dijere: Baja tu cántaro, te ruego, para que yo beba, y ella respondiere: Bebe, y también daré de beber a tus camellos; que sea ésta la que tu has destinado para tu siervo Isaac…” (Génesis 24:12,14).
Abraham determinó que su hijo Isaac, no se casaría con una mujer de Canaán. Entonces envió a su sirviente de mayor confianza (se presume que era Eliezer) a un viaje de 800 kilómetros a Mesopotamia, la tierra natal de Abraham, a elegir a una esposa para Isaac.
Eliécer se dispuso a llevar a cabo su misión con todo el deseo de satisfacer a su amo, así como a Dios. En humildad reverente, Eliécer intercedió en oración por Isaac y Abraham, pidiendo a Dios que lo dirigiera a la mujer que El quería para Isaac. Cuando la joven Rebeca vino al pozo, ella no sabía que Dios la había llevado allí para ser la respuesta a la oración de Eliezer.
Muy pocas veces nos damos cuenta cómo Dios lleva a cabo las respuestas a nuestras oraciones a través de actividades diarias de nuestras vidas.
Eliezer de Damasco tenía los requisitos de un intercesor, no tenía nada que obtener para sí mismo. Su único deseo era el de cumplir la perfecta voluntad de Dios y el de traer bendiciones a otros.
Dios está buscando hombres y mujeres que intercedan en oración, haciendo cualquier sacrificio para alcanzar a las almas perdidas, para complacerlo. “La oración eficaz del justo puede mucho” (Santiago 5:16).
PENSAMIENTO PARA HOY: Dios responde a las oraciones de fe cuando nuestro deseo es el de complacerlo.
CRISTO REVELADO: A través del deseo de Isaac de ser ofrecido (Génesis 22: 7- 10; compare Juan 10:11-18).
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