ÉXODO 38-39

PUNTOS SOBRESALIENTES: Altar del holocausto; el patio del Tabernáculo; las vestiduras del sacerdote.

VERSÍCULO DE HOY: “Así fue acabada toda la obra del tabernáculo, del tabernáculo de reunión; e hicieron los hijos de Israel como Jehová lo había mandado a Moisés…” (Éxodo 39:32).

Absolutamente nada que tenga que ver con el Tabernáculo fue dejado a planificación humana, porque Dios tuvo un diseño exacto para el Tabernáculo, Su lugar Santo donde mora.

Dios caminó con Adán en el Huerto del Edén; El habló con Abraham El dio Su Ley a Moisés; pero el Tabernáculo fue para Dios en el desierto donde primero vivió en esta tierra.

Después, Dios el Hijo vino a la tierra a morar entre Su pueblo. “Y aquel Verbo fue hecho carne, y habitó entre nosotros” (Juan 1:14).

Después de que Jesucristo ascendió a los cielos, el Espíritu Santo precioso de Dios vino a morar en todo aquel que acepte a Cristo, el Hijo de Dios, como Salvador: “… vuestro cuerpo es el templo del Espíritu Santo…” (1 Corintios 6:19).

Nosotros somos el lugar donde mora Dios, tabernáculo o templo santo, “… también sois juntamente edificados para morada de Dios en el Espíritu” (Efesios 2:21-22). Entonces ningún hijo verdadero de Dios puede ignorar el hecho que Dios quiere que viva una vida diferente a la que el mundo vive. La vida que El quiere que vivamos, es más que guardar los Diez Mandamientos, y nunca es el resultado de sabiduría humana. Esto es posible por el Espíritu Santo que mora, el cual ilumina nuestro entendimiento a medida que leemos la Palabra de Dios.

“… el Espíritu de verdad… os guiará a toda verdad…” (Juan 16:13).

PENSAMIENTO PARA HOY: Antes de hacer cualquier decisión, considérela en oración: “¿Glorificará a Dios?”.

CRISTO REVELADO: A través del altar de oro y del incienso, representando las oraciones que se elevan al cielo, vemos a Cristo orando por nosotros (Éxodo 39:38; también Juan 17:9).