GÉNESIS 37- 39

PUNTOS SOBRESALIENTES: Los sueños de José; José es vendido como esclavo; Judá y Tamar; el engaño de la esposa de Potifar; José encarcelado.

VERSÍCULO DE HOY: “Y tomó su amo a José, y lo puso en la carcel, donde estaban los presos del rey, y estuvo allí en la cárcel. Pero Jehová estaba con José y le extendió su misericordia, y le dio gracia en los ojos del jefe de la cárcel” (Génesis 39:20-21).

Cuando José era joven, su familia y sus amigos no lo comprendían. El fue odiado cruelmente, traicionado y vendido como esclavo por sus hermanos y luego llevado a Egipto por mercaderes ismaelitas.

En Egipto, José fue nuevamente vendido en un mercado de esclavos. Allí fue arrojado a prisión, no por haber pecado, sino por si alta integridad moral. José se mantuvo callado por muchos años como un prisionero que extrañaba su tierra. Durante ese tiempo sus pies fueron dañados por el cruel trato que allí recibió (Salmos 105:17-18). Sin lugar a dudas su fe pasó por pruebas. Aunque era inocente, ante los ojos del hombre sufrió como un criminal culpable, teniendo que soportar vergüenza y crueldad física.

Pero Dios no se había olvidado de José. En su tiempo, Dios lo elevó a una posición favorable con el Faraón, quién pronto lo nombró su oficial mas importante en la tierra de Egipto. Este fue el plan de Dios para José desde el principio. Fue colocado en una posición donde Dios podía usarlo para suplir las necesidades de su pueblo. Dios siempre prueba nuestra fidelidad para con El permitiendo circunstancias en nuestras vidas que no podemos comprender. Esta es Su manera de perfeccionar nuestra paciencia y fe en El.

“Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados” (Romanos 8:28).

PENSAMIENTO PARA HOY: Así como “el Señor estaba con José,” El estará con aquellos que lo aman y se mantienen fieles a El.

CRISTO REPRESENTADO: Por José, quien fue elevado del pozo para finalmente llegar a ser un gobernante mundial (Génesis 37:28). José, un tipo de Cristo, fue rechazado por sus propios hermanos, arrojado en un pozo, vendido a gentiles, y encarcelado mientras esperaba el cumplimiento de la profecía (sueños) de que gobernaría.