8/11/08

GÉNESIS 28- 30


PUNTOS SOBRESALIENTES: Pacto Abrahámico confirmado en Jacob; visión de la escalera de Jacob; viaje a Harán; matrimonios de Jacob con Lea y Raquel.


VERSÍCULO DE HOY: “He aquí, yo estoy contigo, y te guardaré por dondequiera que fueres, y volveré a traerte a esta tierra; porque no te dejaré… ” (Génesis 28:15).


Jacob temió que Esaú lo mataría como tal lo había amenazado. Entonces Jacob dejó su hogar en Beerseba y fue a vivir a 800 Kilómetros de distancia en Padan- aram, la tierra de la familia de su madre.

Deteniéndose en el camino cerca de Bet-el, Dios dio a este hombre solitario la promesa confortante de que El estaba con él.

Luego de la revelación milagrosa de la presencia infalible de Dios, Jacob dejó Bet-el y viajó hacia Padán – aram. Allí en el pozo donde los pastores se habían reunido para dar de beber a sus ovejas, conoció a Raquel, la hija de Labán, el hermano de su madre. Dios lo había traído a este lugar a conocer a la mujer quien debía ser su esposa.

No fue ningún accidente o casualidad que Jacob se haya detenido en el pozo exacto donde Raquel daba de beber a los rebaños de su padre, o que ella haya venido a la misma hora. Sin que Jacob o Raquel lo supiese, Dios se había encargado de todos los detalles por adelantado.

El camino por delante puede parecer largo y problemático, y puede que hayan muchas cosas que nos preocupen. Pero si vivimos para complacer al Dios de Jacob, tendremos la garantía de que El está protegido y dirigiendo cada paso de nuestro camino.

“Por que este Dios es Dios nuestro eternamente y para siempre; El nos guiará aun más allá de la muerte” (Salmo 48:14).


PENSAMIENTO PARA HOY: No existe casualidades ni accidentes en las vidas de aquellos que han puesto su fe en el Dios de Jacob.


CRISTO REVELADO: Como el Señor cuya presencia invisible protege (Génesis 28:13-16).

GÉNESIS 25 – 27


PUNTOS SOBRESALIENTES: El matrimonio de Abraham con Cetura; su muerte; nacimiento de Jacob y Esaú; Esaú vende su primogenitura; Isaac y Abimelec; Isaac bendice a Jacob.


VERSÍCULO DE HOY: “Entonces dijo Esaú: He aquí yo me voy a morir; para que pues, me servirá mi primogenitura?” (Génesis 25 - 32).


Como el hijo mayor, Esaú tenía el derecho de ser la cabeza de la familia, teniendo así además, el privilegio de ser el líder de la tribu y servir como sacerdote. Pero este hombre con mente mundana no dio importancia a sus responsabilidades espirituales. Consecuentemente vendió su primogenitura por un plato de comida, dando así a conocer su falta de interés en la promesa del pacto que Dios había hecho con su abuelo Abraham.

En la vida de estos dos hermanos se evidenciaban dos formas de vidas diferentes; mientras que Esaú vivía para satisfacer sus deseos presentes, Jacob no solo llegó a ser el antepasado de Cristo, el Mesías.

Aunque alguna de las acciones de Jacob puede que parezcan ser reprochables, él creyó en las promesas de Dios. Al leer la historia de Jacob, parece no merecer ser llamado Israel, aunque ninguna criatura de Dios merece o ha ganado el derecho a las bendiciones de Dios. Es sólo por la misericordia de Dios y por Su gran amor que cualquiera recibe. Sus bendiciones.

Nunca deberíamos criticar las acciones reprochables de otro cristiano. No tenemos forma de conocer su corazón y de cuánto desea complacer a Dios. El puede ser otro Jacob a quien Dios usará para cumplir Sus propósitos.

“Tu quién eres, para juzgar al criado ajeno? Para su propio señor está en pie, o cae; pero estará firme, porque poderoso es el Señor para hacerle estar firme” (Romanos 14:4).


PENSAMIENTO PARA HOY: No debemos juzgar por las apariencias.


CRISTO REVELADO: Como la Simiente Espiritual (Génesis 26:4). Todos los creyentes en Cristo son los hijos de la promesa (Juan 1:12 – 13; 1 Juan 3:9)