21/11/08

ÉXODO 23-25

PUNTOS SOBRESALIENTES: Leyes son instituidas; tres fiestas que deben ser guardadas; un ángel es prometido para ser guía; instrucciones para los implementos del Tabernáculo.

VERSÍCULO DE HOY: “Dijo Jehová a Moisés: Sube ante Jehová, tú, y Aarón, Nadab y Abiú, y setenta de los ancianos de Israel; y os inclinaréis desde lejos” (Éxodo 24:1).

Estos hombres fueron llamados ante la presencia misma de Dios. Nunca antes en la historia se había reunido Jehová, el Dios de la creación, con un grupo de hombres. Porque Dios es absolutamente santo y el hombre ha sido manchado por el pecado, tenían que adorarlo desde lejos. De otra manera significaría muerte instantánea. Sin embargo, estaban tranquilos, porque comieron y bebieron en Su presencia (Éxodo 24:11).

Noten, qué fue lo que hizo posible que pudieran comer y beber en Su presencia. Moisés se había levantado temprano, hizo un altar, ofreció holocaustos y becerros como sacrificios de paz al Señor (24:4-5). Estos fue en obediencia a lo que Dios le había dicho (20:24). El derramamiento de sangre hacía posible que el pueblo tuviera una relación nueva con el Señor.

Solo después de que la sangre fue aplicada, Moisés, Aarón, Nadab, Abiú, y setenta de los ancianos de Israel subieron a la montaña y festejaron en la presencia del Dios de Israel (24:8-10).

Estos eventos demuestran la importancia de la sangre de Cristo y los maravillosos privilegios que se obtienen, para todos aquellos que se han reconocido como pecadores descarriados y han recibido a Cristo como a su Salvador. “Porque también Cristo padeció una sola vez por los pecados, el justo por los injustos, para llevarnos a Dios” (1 Pedro 3:18).

PENSAMIENTO PARA HOY: Gracias al sacrificio de muerte de Cristo en la cruz, cada uno de nosotros tiene el privilegio de estar en Su presencia a través de la oración, y escucharlo hablar cuando leemos su Palabra.

CRISTO REPRESENTADO: Por el sirviente que voluntariamente se unió a su amo, aunque era libre de hacer lo que deseaba (Éxodo 21:5-6). Aquí vemos la devoción de Cristo al Padre. “El hacer tu voluntad, Dios mío, me ha agradado…” (Salmo 40:8).

ÉXODO 20-22

PUNTOS SOBRESALIENTES: Los Diez Mandamientos y otras leyes y reglamentos dados.

VERSÍCULOS DE HOY: “Y habló Dios todas estas palabras, diciendo… No tendrás dioses ajenos delante de mí” (Éxodo 20:1,3).

Los Diez Mandamientos fueron ”… escritos con el dedo de Dios” (Éxodo 31:18). Estos mandamientos revelan la perfección absoluta de la naturaleza divina de Dios, pero también revelan la horrible pecaminosidad de la raza humana.

Si Dios hubiese dado u ordenado menos de lo que es perfecto, El se hubiese estado comprometiendo, cosa que El no pueda hacer. Pero no existe la forma, humanamente hablando, para que una persona guarde perfectamente la Ley, de tal manera que la mente, cuerpo y espíritu esté en total acuerdo y obediencia a la Ley, porque “Por cuanto los designios de la carne son enemistad contra Dios” (Romanos 8:7). Nadie, excepto el mismo Cristo, ha podido vivir sin pecar.

Esto nos recalca cuán lejos cayó el hombre cuando Adán pecó y cuán verídica es la Escritura que dice “Por cuanto todos pecaron y están destituidos de la gloria de Dios” (Romanos 3:23).

Cada uno tiene las características de la naturaleza caída, “… No hay quien busque a Dios” (Romanos 3:11). Al aceptar a Cristo como nuestro Salvador, recibimos Su naturaleza, porque “… el Espíritu de Dios” mora en nosotros (8:9). Entonces nuestro espíritu está de acuerdo con el Señor, que Su Palabra es buena, correcta, santa y justa; y nuestro deseo íntimo es el de hacer lo que El ha ordenado. (1 Juan 4:5-6).

“Porque lo que era imposible para la ley, por cuanto era débil por la carne, Dios, enviando a su Hijo en semejanza de carne de pecado y a causa del pecado, condenó al pecado en la carne; para que la justicia de la ley se cumpliese en nosotros, que no andamos conforme a la carne, sino conforme al Espíritu” (Romanos 8:3-4).

PENSAMIENTO PARA HOY: ¿Estás realmente buscando la voluntad de Dios cuando lees Su Palabra?

CRISTO REVELADO: La naturaleza y el carácter de Cristo son revelados a través de los Diez Mandamientos (Éxodo 20:1-17). El era perfecto y sin pecado (Hebreos 4:15). Cristo nos dio un mandamiento nuevo. “Que os améis unos a otros; como yo os he amado, que también os améis unos a otros” (Juan 13:34).