PUNTOS SOBRESALIENTES: Animales que pueden ser comidos; el aseo (purificación) de la mujer después del parto; señales y reglamentos concernientes a la lepra.
VERSÍCULOS DE HOY: “Y el leproso en quien hubiere llaga llevará vestidos rasgados y su cabeza descubierta, y embozado pregonará: ¡Inmundo! ¡Inmundo! Todo el tiempo que la llaga estuviere en él, será inmundo; estará impuro, y habitará solo; fuera del campamento será su morada” (Levítico 13:45-46).
La palabra “leproso” causaba impacto de terror en el corazón de un israelita por dos razones. Primero, la persona que tenía lepra se convertía en un rechazado de la sociedad. Era obligado a dejar su hogar, su familia y su lugar de congregación, vivir fuera del campamento. Cuando alguien se le acercaba, el leproso tenía que gritar, “Inmundo, inmundo.” Pero tal vez la razón más horrible para que la lepra sea tan temida, era porque no se conocía cura para ella.
La lepra simboliza lo horrible del pecado. Destruye el gozo de la vida y si continúa, finalmente lleva a la ruina al cuerpo y al alma. La separación del leproso del lugar de sacrificio y adoración, ilustra como el pecado nos separa de la presencia de Dios (2 Tesalonicenses 1:8-9).
No culpemos a Dios por la maldad y miseria que nos rodea; culpemos a Satanás, que trajo pecado y muerte a este mundo. Cristo es la revelación de nuestro Padre amante, el cual desea impartirnos vida eterna y limpiarnos de pecado.
“El ladrón no viene sino para hurtar y matar y destruir; yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia” (Juan 10:10).
PENSAMIENTO PARA HOY: Cuando Cristo perdona nuestros pecados, El limpia nuestros corazones.
CRISTO REVELADO: A través del alimento limpio del creyente (Levítico 11:47). Nuestro Señor es el Pan de vida (Juan 6:35), suple agua de vida (4:14), y la voluntad de Su Padre fue Su carne (alimento) (4:34).