PUNTOS SOBRESALIENTES: Las ofrendas de los príncipes para la dedicación del altar.
VERSÍCULOS DE HOY: “Los príncipes de Israel… trajeron sus ofrendas delante de Jehová…” (Números 7:2-3).
Los príncipes (líderes) de las tribus no podían participar en las obligaciones del Tabernáculo; pero a través de sus ofrendas, ellos podían ayudar a los levitas en sus responsabilidades nombradas por Dios. Debido a que los líderes no podían tener una posición de prominencia, como lo hacían los levitas, ellos podían haber mostrado envidia o un espíritu de celos, y hubiesen dado poco o nada para ayudarlos. Sin embargo, voluntariamente traían regalos generosos para sacrificios. De esta manera se suplían las necesidades de los levitas, “a cada uno conforme a su ministerio” (Números 7:5).
Ya que las ofrendas de cada uno de los príncipes era exactamente la misma, parecería monótono leer todos los detalles que eran dados por cada uno. Pero la repetición revela el significado que Dios daba a cada sacrificio dado para apoyar Su ministerio. Nuestras ofrendas individuales podrán parecer pequeñas y sin importancia para nosotros, pero Dios valora por igual cada regalo dado de corazón, sin importar el tamaño.
A medida que un cristiano, por fe, da para la obra del Señor, su deseo y habilidad de dar aumenta.
“Dad, y se os dará; medida buena, apretada, remecida y rebosando darán en vuestro regazo; porque con la misma medida con que medís, os volverán a medir” (Lucas 6:38).
PENSAMIENTO PARA HOY: Dios registra cada acto de servicio hecho en Su nombre, aun si es un vaso de agua.
CRISTO REVELADO: A través de las ofrendas de los líderes (Números 7). Cada uno es cuidadosamente notado, así como Cristo notó la ofrenda de la viuda (Marcos 12:41-44)
19/1/09
NÚMEROS 5-6
PUNTOS SOBRESALIENTES: Leyes concernientes a la limpieza, recompensa, celos, pacto nazareo, los tres aspectos de la bendición del Señor.
VERSÍCULOS DE HOY: “Jehová te bendiga, y te guarde; Jehová haga resplandecer su rostro sobre ti, y tenga de ti misericordia; Jehová alce sobre ti su rostro, y ponga en ti paz” (Números 6:24-26).
El capítulo cinco revela leyes concernientes a la gente que no cumplía, quienes “prevarican contra Jehová” (Números 5:6), pero el capítulo seis es dado para los pocos que desean ir más allá de lo requerido, y se comprometen completamente a El. Este era el propósito del pacto nazareo. El pacto podía ser cualquier período de tiempo, un mes o toda una vida. Entre los nazareos vitalicios estaban Samuel, Sansón y Juan el Bautista.
El nazareo se abstenía de comer o beber cualquier cosa preparada de la vid, “desde los granillos hasta el hollejo” (6:4). Esto revela su deseo de privarse de toda satisfacción física. Aunque las uvas y las pasas eran alimento, el nazareo estaba más consciente de complacer al Señor que de disfrutar los placeres de la vida.
La “consagración de su Dios tiene sobre su cabeza” (6:7) era testimonio de que el nazareo había rendido su fuerza totalmente al Señor. Su cabello era un símbolo de fuerza que provenía de Dios, por consiguiente Sansón no se cortó el cabello. Sansón había dicho: “Si fuese rapado, mi fuerza se apartará de mí.” Cuando “el cabello de su cabeza comenzó a crecer, después que fue rapado” fue cuando su fuerza volvió y “los que mató al morir fueron muchos más que los que había matado durante su vida” (Jueces 16:17-31).
Un nazareo no podía acercarse a un cuerpo muerto, ni siquiera si fuese el miembro más cercano de su familia, por miedo de profanar su pacto y perder el privilegio inapreciable de escuchar al Señor decir “Jehová te bendiga, y te guarde; Jehová haga resplandecer su rostro sobre ti, y tenga de ti misericordia; Jehová alce sobre ti su rostro, y ponga en ti paz.”
El discípulo, como el nazareo, quien irá más allá de lo que él piensa que es necesario para “ser solo un cristiano,” dejará todo aquello que significa mucho para él, si esto complace al Padre.
“Por cuanto, siendo libre de todos, me he hecho siervo de todos para ganar a mayor número” (1 Corintios 9:19).
PENSAMIENTO PARA HOY: ¿Existe algo de lo cual no está dispuesto a privarse si esto le permitiera complacer mejor al Señor?
CRISTO REVELADO: Como aquél que nos bendice y nos guarda (Números 6:24-26: compare Judas 1:24-25).
VERSÍCULOS DE HOY: “Jehová te bendiga, y te guarde; Jehová haga resplandecer su rostro sobre ti, y tenga de ti misericordia; Jehová alce sobre ti su rostro, y ponga en ti paz” (Números 6:24-26).
El capítulo cinco revela leyes concernientes a la gente que no cumplía, quienes “prevarican contra Jehová” (Números 5:6), pero el capítulo seis es dado para los pocos que desean ir más allá de lo requerido, y se comprometen completamente a El. Este era el propósito del pacto nazareo. El pacto podía ser cualquier período de tiempo, un mes o toda una vida. Entre los nazareos vitalicios estaban Samuel, Sansón y Juan el Bautista.
El nazareo se abstenía de comer o beber cualquier cosa preparada de la vid, “desde los granillos hasta el hollejo” (6:4). Esto revela su deseo de privarse de toda satisfacción física. Aunque las uvas y las pasas eran alimento, el nazareo estaba más consciente de complacer al Señor que de disfrutar los placeres de la vida.
La “consagración de su Dios tiene sobre su cabeza” (6:7) era testimonio de que el nazareo había rendido su fuerza totalmente al Señor. Su cabello era un símbolo de fuerza que provenía de Dios, por consiguiente Sansón no se cortó el cabello. Sansón había dicho: “Si fuese rapado, mi fuerza se apartará de mí.” Cuando “el cabello de su cabeza comenzó a crecer, después que fue rapado” fue cuando su fuerza volvió y “los que mató al morir fueron muchos más que los que había matado durante su vida” (Jueces 16:17-31).
Un nazareo no podía acercarse a un cuerpo muerto, ni siquiera si fuese el miembro más cercano de su familia, por miedo de profanar su pacto y perder el privilegio inapreciable de escuchar al Señor decir “Jehová te bendiga, y te guarde; Jehová haga resplandecer su rostro sobre ti, y tenga de ti misericordia; Jehová alce sobre ti su rostro, y ponga en ti paz.”
El discípulo, como el nazareo, quien irá más allá de lo que él piensa que es necesario para “ser solo un cristiano,” dejará todo aquello que significa mucho para él, si esto complace al Padre.
“Por cuanto, siendo libre de todos, me he hecho siervo de todos para ganar a mayor número” (1 Corintios 9:19).
PENSAMIENTO PARA HOY: ¿Existe algo de lo cual no está dispuesto a privarse si esto le permitiera complacer mejor al Señor?
CRISTO REVELADO: Como aquél que nos bendice y nos guarda (Números 6:24-26: compare Judas 1:24-25).
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