21/10/09

2 SAMUEL 3 - 5

PUNTOS SOBRESALIENTES: Abner abandona a Is- boset para unirse con David; Abner asesinado por Joab; Is- boset es asesinado; David proclamado rey de Israel; captura de Jebús (Jerusalén); la derrota de los filisteos.

VERSÍCULO DE HOY: "Vinieron, pues, todos los ancianos de Israel al rey en Hebrón... y ungieron a David por rey de Israel." (2 Samuel 5:3).

Cuando David aún era joven, fue ungido como rey sobre Israel. Años más tarde, después de la muerte del Rey Saúl, David fue aceptado como rey sobre la tribu Judá. No fue sino después de siete años y medio que todas las tribus de Israel se dieron cuenta de la necesidad de la dirección del Señor y le pidieron a David que fuese su rey.

David enfrentó muchas injusticias y dificultades durante su vida, especialmente durante los años en que Saúl trataba de matarlo. Finalmente, David pidió en desesperación, diciendo, "Al fin seré muerto algún día por la mano de Saúl" (1 Samuel 27:1).

A través de estas experiencias aparentemente sin esperanza, Dios lo fue preparando para ser Su gobernante y pastor fiel, "príncipe sobre Israel" (2 Samuel 5:2). David aprendió del cuidado absoluto del Gran Pastor por sus ovejas y podía decir del Señor, "Diré yo a Jehová: Esperanza mía, y castillo mío; mi Dios, en quien confiaré" (Salmo 91:2).

En alguno cristianos no existe la imagen clara de Cristo. Aún después de muchos años, todavía no viven bajo el principio de morir a ellos mismos.

Pocos desean aceptar y soportar la disciplina de Dios porque no reconocen la mano de Dios en sus dificultades. Solo ven gente o problemas contra ellos y como lo hizo David vociferan, "Al fin seré muerto..." No ven la disciplina de Dios.

El obstáculo mas grande para ser usado por Dios es uno mismo. Sólo al morir a nosotros mismos y declaramos estériles a nuestras obras, abundarán las de Dios.

"Porque nosotros que vivimos, siempre estamos entregados a muerte por causa de Jesús, para que también la vida de Jesús se manifieste en nuestra carne mortal" (2 Corintios 4:11).

PENSAMIENTO PARA HOY: A medida que crecemos espiritualmente, perdemos confianza en nosotros mismos, en nuestra propia capacidad, y desarrollamos la confianza en la sabiduría del Señor para sostenernos y guiarnos.

CRISTO REPRESENTADO: Por David, el ungido rey de Israel (2 Samuel 5:3). Cristo es el Ungido de Dios. "Cristo" significa "Mesías," "El Ungido" (Salmo 2:2; Juan 1:41).

20/10/09

2 SAMUEL 1-2

PUNTOS SOBRESALIENTES: David guarda duelo por la muerte de Saúl y Jonatán; David proclamado rey de Judá en Hebrón; Is-boset proclamado rey de Israel; guerra entre Israel y Judá.




VERSÍCULO DE HOY: "... David consultó a Jehová" (2 Samuel 2:1).

David y Saúl tenían muchas cosas en común: ambos fueron reyes ungidos de Israel; ambos reinaron cerca de 40 años; ambos tuvieron el apoyo fiel de Samuel, el profeta de Dios. Pero existía una marcada diferencia que hizo de Saúl un miserable fracaso y de David un rey sobresaliente.

Saúl era un hombre terco que tomaba decisiones sin esperar la dirección de Dios. David no se apartó de la realidad de su necesidad de orar y de esperar que el Señor cumpliera Sus promesas en Su tiempo establecido. Aun después de la muerte de Saúl, David no intentó apoderarse del control de la nación. En su lugar, el "consultó al Señor".

Uno de los más grandes deseos de David era adorar al Señor en el Templo en Jerusalén. Pensando en esto, podemos apreciar su paciencia de esperar el momento establecido por Dios (Salmo 27:4).

Con frecuencia, en nuestro deseo de alcanzar algo, tendemos a adelantarnos al Señor. Pero hay descanso para aquellos que esperan pacientemente el momento del Señor. "Guarda silencio ante Jehová, y espera en él... los que esperan en Jehová, ellos heredarán la tierra" (Salmo 37:7,9).

PENSAMIENTO PARA HOY: Dios siempre sabe cuál es el mejor momento para contestar una oración.

CRISTO REVELADO: En el poema noble de David (2 Samuel 1:17-27). David se olvidó de todas sus heridas y solo consideraba las cosas placenteras. Aquí David tipifica a Cristo, quien nos amó aún cuando nos encontrábamos en delitos y pecados.