PUNTOS SOBRESALIENTES: La confianza de David en el Gran Pastor; el Rey de gloria; una oración por dirección y protección; el amor de David por la casa de Dios; su oración por la ayuda de Dios; adoración a la fuerza poderosa de Dios; acción de gracias por liberación.
VERSÍCULO DE HOY: "Jehová es mi pastor; nada me faltará ... confortará mi alma; me guiará por sendas de justicia por amor de su nombre" (Salmo 23:1,3).
David, el viejo pastor - rey, se veía nada más como una oveja que tenía que ser guiada por el Gran Pastor en los caminos de la justicia.
Ningún otro rebaño requiere mayor cuidado que el de las ovejas. Al dejarla sola, la oveja sigue el mismo camino hasta que se convierte en surco. Una oveja se concentra tanto en seguir su propia ruta para comer que se llega a separar del rebaño y se pierde.
Nosotros por naturaleza somos como la oveja, ciega y habitualmente siguiendo la misma ruta que ha llevado a la ruina a otros, o envolviéndonos tanto en nuestros propios asuntos que nos extraviamos de nuestro camino.
Existe algo casi aterrador sobre la determinación destructiva y egoísta de aquellos que no se dejan guiar "por sendas de justicia," siguiendo sus propios caminos, sabiendo que esa "senda" ha llevado a otros directamente a problemas.
Cuántas veces oramos, "Señor guíame por sendas de justicia," mientras que en nuestra conducta diaria, no nos negamos a nosotros mismos, no rendimos nuestros "derechos" y no reemplazamos nuestros intereses por los intereses de otros. Si realmente queremos la voluntad de Dios, debemos seguir al Gran Pastor.
"Entonces Jesús dijo a sus discípulos: si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, y tome su cruz, y sígame" (Mateo 16:24).
PENSAMIENTO PARA HOY: La voz suave de nuestro Buen Pastor está siempre llamando, "Ven a mí."
CRISTO REVELADO: Como nuestro Pastor (Salmo 23). Cristo es el Buen Pastor quien dio "su vida por las ovejas." (Juan 10:11).