8/2/10

ECLESIASTÉS 1 - 4

PUNTOS SOBRESALIENTES: La vanidad (vacío) de vivir para el placer y ganancia material; una razón para todo; varios proverbios de sabiduría.

VERSÍCULO DE HOY: "Y dí mi corazón a inquirir y a buscar con sabiduría sobre todo lo que se hace debajo del cielo ... he aquí, todo ello es vanidad y aflicción de espíritu" (Eclesiastés 1:13-14).

El Rey Salomón habló con un descontento inexcusable cuando dijo: "Dí mi corazón a inquirir y a buscar ... todo". Concluyó diciendo que sabía todo lo que había de saberse, pero eligió ignorar la Palabra de Dios.

Salomón tuvo el privilegio sorprendente de que el Señor se le apareciera, diciendo, "Y si tú anduvieres delante de mí .. en integridad de corazón ... afirmaré ... tu reino sobre Israel para siempre ...." ( I Reyes 9:4-5). Pero el "más sabio" de los hombres de la tierra trató de sustituir la sabiduría de Dios con su conocimiento ( I Reyes 11:9-10).

En busca de placeres, Salomón empezó su vida con grandes metas, pero más tarde se convirtió en cínico y pesimista, diciendo: "Aborrecí, por tanto, la vida ... por cuanto todo es vanidad y aflicción de espíritu" (Eclesiastés 2:17).

La vida de Salomón es un testimonio del hecho de que ninguna de Sus ovejas puede satisfacerse solo con conocimiento humano. No podía escaparse de la realidad de que Dios había puesto dentro de cada uno de Su pueblo, un hambre que sólo puede ser satisfecho por Cristo, el Pan de Vida.

"... Yo soy el pan de vida; el que a mí viene, nunca tendrá hambre; y el que en mí cree, no tendrá sed jamás" (Juan 6:35).

PENSAMIENTO PARA HOY: Las posesiones materiales y los placeres de este mundo no pueden sustituir al Único Dios a quien le debemos nuestra devoción suprema, el Señor Jesucristo.


CRISTO REVELADO: En Eclesiastés 2:11: "Miré yo luego todas las obras que habían hecho mis manos, y el trabajo que tomé para hacerlas; y he aquí, todo era vanidad y aflicción de espíritu, y sin provecho debajo del sol", se nos recuerdan las palabras de Cristo: "Porque ¿qué aprovechará al hombre, si ganare todo el mundo, y perdiere su alma? ¿O que recompensa dará el hombre por su alma?" (Mateo 16:26).

7/2/10

ECLESIASTES


En el libro de Eclesiastés no se hace mención de la oración, gratitud o alabanza a Dios.

Este libro revela el vacío de vivir para cualquier otro propósito que no sea el de complacer al Señor. Es una confesión del pesimismo de Salomón, quien fue famoso por su sabiduría (1:16), tuvo oportunidades ilimitadas de placeres terrenales (2:3) y fue bendecido con grandes riquezas (2:8).

Aunque la palabra  "Dios" se menciona 40 veces en Eclesiastés, es sin excepción la palabra hebrea "elohim". Esta palabra fue usada para Dios por los creyentes, pero también fue usada por los inconversos e idólatras al referirse a sus dioses falsos y a sus ídolos.

A través de todo el libro no se menciona ni una sola vez la palabra Jehová, por la cual nuestro Padre es conocido por Su pueblo en pacto de relación con El.