8/4/10

DANIEL 7 - 9

PUNTOS SOBRESALIENTES: Visión de Daniel de las bestias; visión del reinado de Cristo; visión del carnero y del macho cabrío; oración de Daniel por su pueblo; visión de las setentas semanas.

VERSÍCULOS DE HOY: "Daniel dijo: Miraba yo en mi visión de noche, y he aquí que los cuatro vientos del cielo combatían en el gran mar. Y cuatro bestias grandes, diferentes la una de la otra, subían del mar" (Daniel 7:2-3).

El gran mar, mecido por vientos contrarios, representa la confusión y contención que existe en el mundo. Y de esta situación tempestuosa se levantan cuatro bestias salvajes, describiendo la historia del mundo desde la época de Daniel hasta el reinado de Cristo.

Cincuenta años antes de la visión de Daniel, estos mismos cuatro reinados fueron revelados por Nabucodonosor, de mente secular, pero desde un punto de vista muy diferente (Daniel 2).

Nabucodonosor había visto una gran y gloriosa estatua gigantesca, representando imperios mundiales en sucesión que existirían hasta el fin de los tiempos. Pero para el profeta, los reinados de este mundo aparecían como bestias salvajes, que estaban controlados por los impulsos de la ambición personal, la crueldad y la contienda. Daniel vio a la humanidad tal como cuando rechaza a Cristo, degrada por su naturaleza pecaminosa y esclava de Satanás.

Existen muchos "gigantes" en nuestros días, muchas "buenas" cosas que comprar y lugares donde  ir. Estos "gigantes" buscan alejarnos del propósito de Dios para con nuestras vidas. Realmente, estos gigantes deslumbradores son bestias que pueden robar nuestro tiempo y destruir nuestro testimonio si cedemos ante ellos.

Los tesoros eternos sólo pueden conseguirse cuando deseamos, más que cualquier otra cosa, ser guiados por La Palabra y el Espíritu de Dios.

"No améis al mundo, ni las cosas que están en el mundo. Si alguno  ama al mundo, el amor del Padre no está en él. Porque todo lo que hay en el mundo, los deseos de la carne, los deseos de los ojos, y la vanagloria de la vida, no proviene del Padre, sino del mundo" ( I Juan 2:15-16)-

PENSAMIENTO PARA HOY: Para algunas personas, la popularidad y el poder de este mundo aparecen como un gigante deslumbrador, que debe ser ganado a cualquier costo.


CRISTO REVELADO: Como el "Hijo del Hombre" (Daniel 7:13-14). Esta visión fue confirmada por nuestro Señor Jesucristo cuando El habló de los últimos días, "... y verán al Hijo del Hombre viniendo sobre las nubes del cielo, con poder y gran gloria" (Mateo 24:30)

7/4/10

DANIEL 4 - 6

PUNTOS SOBRESALIENTES: Sueño de Nabucodonosor y su interpretación por Daniel; cumplimiento del sueño; banquete de Beltsasar; la escritura en la pared y su interpretación por Daniel; su cumplimiento; Daniel es arrojado al foso de los leones.

VERSÍCULO DE HOY: "El rey Beltsasar hizo un gran banquete a mil de sus príncipes, y en presencia de los mil bebía vino" (Daniel 5:1).

Los 70 años del exilio judío se acercaban a su final cuando Beltsasar disfrutaba de su gran banquete. En su condición ebria, ordenó a sus sirvientes que le trajeran las vasijas santas que Nabucodonosor había tomado del Templo de Salmón muchos años antes, y que las llenasen con vino. Mientras sus invitados bebían, alegremente "alabaron a los dioses de oro y de plata ..." (Daniel 5:4).

Pero Dios no tuvo dificultad en llamar la atención del arrogante rey, a través de la milagrosa escritura en la pared. En su hora de crisis, al rey orgulloso le entró pánico, y sus "rodillas daban la una contra la otra" (5:6).

Con miedo, clamó por sus astrólogos y adivinos, pero ellos no pudieron interpretar el mensaje.

Las acciones de Beltsasar, quien rechazaba a Dios, tienen su paralelo en las vidas de muchos hoy en día, quienes no tienen interés en asistir a la iglesia y mancillan así el día del Señor. A menos que nuestra nación siga las lecciones de la historia, una calamidad similar puede venir repentinamente sobre ella.

"Dios resiste a los soberbios, y da gracia a los humildes" ( I Pedro 5:5).

PENSAMIENTO PARA HOY: El orgullo es la raíz de pecado en nuestras vidas.


CRISTO REVELADO: A través del envío de un ángel quien "cerró la boca de los leones" (Daniel 6:22). El Señor envió a un ángel a librar a Pedro (Hechos 12:11).