9/4/10

DANIEL 10 - 12

PUNTOS SOBRESALIENTES: El mensajero celestial es detenido; profecía de los reinos desde David hasta el Anticristo; la Gran Tribulación.

VERSÍCULO DE HOY: "No comí manjar delicado, ni entró en mi boca carne ni vino, ni me ungí con ungüento, hasta que se cumplieron las tres semanas" (Daniel 10:3).

En el primer año de su reino, Ciro, Rey de Persia, emitió una proclamación para alentar a los judíos a volver a Jerusalén (Esdras 1). Solo unos pocos, cerca de 50 000 israelitas, respondieron y fueron con Zorobabel para ayudar a reedificar el Templo.

La oposición finalmente persuadió al Rey Artajerjes a forzar a los israelitas a detener la reconstrucción (Esdras 4).

Daniel se angustió cuando se enteró de las dificultades que su pueblo estaba pasando. Después de tres semanas de ayuno y oración, Dios le reveló a Daniel que fuerzas diabólicas habían, por un tiempo, evitado que sus oraciones fueran contestadas.

Existe una constante batalla que se lleva a cabo en el mundo espiritual invisible. Es importante que reconozcamos el poder de la oración y como Dios espera nuestras oraciones por aquellos que están cumpliendo Su obra.

Nosotros, al igual que Daniel, deberíamos darnos cuenta de que existe una vida mas allá de lo que no podemos ver con nuestros ojos físicos o con nuestros recursos naturales.

"El que venciere heredará todas las cosas, y yo seré su Dios, y el será mi hijo" (Apocalipsis 21:7).

PENSAMIENTO PARA HOY: Nuestra fe hace la vida cristiana victoriosa una realidad cada día ( I Juan 5:4-5).


CRISTO REVELADO: Como el Único "que vive por los siglos" (Daniel 12:7). Cristo siempre ha sido y siempre será (Apocalipsis 4:8).

8/4/10

DANIEL 7 - 9

PUNTOS SOBRESALIENTES: Visión de Daniel de las bestias; visión del reinado de Cristo; visión del carnero y del macho cabrío; oración de Daniel por su pueblo; visión de las setentas semanas.

VERSÍCULOS DE HOY: "Daniel dijo: Miraba yo en mi visión de noche, y he aquí que los cuatro vientos del cielo combatían en el gran mar. Y cuatro bestias grandes, diferentes la una de la otra, subían del mar" (Daniel 7:2-3).

El gran mar, mecido por vientos contrarios, representa la confusión y contención que existe en el mundo. Y de esta situación tempestuosa se levantan cuatro bestias salvajes, describiendo la historia del mundo desde la época de Daniel hasta el reinado de Cristo.

Cincuenta años antes de la visión de Daniel, estos mismos cuatro reinados fueron revelados por Nabucodonosor, de mente secular, pero desde un punto de vista muy diferente (Daniel 2).

Nabucodonosor había visto una gran y gloriosa estatua gigantesca, representando imperios mundiales en sucesión que existirían hasta el fin de los tiempos. Pero para el profeta, los reinados de este mundo aparecían como bestias salvajes, que estaban controlados por los impulsos de la ambición personal, la crueldad y la contienda. Daniel vio a la humanidad tal como cuando rechaza a Cristo, degrada por su naturaleza pecaminosa y esclava de Satanás.

Existen muchos "gigantes" en nuestros días, muchas "buenas" cosas que comprar y lugares donde  ir. Estos "gigantes" buscan alejarnos del propósito de Dios para con nuestras vidas. Realmente, estos gigantes deslumbradores son bestias que pueden robar nuestro tiempo y destruir nuestro testimonio si cedemos ante ellos.

Los tesoros eternos sólo pueden conseguirse cuando deseamos, más que cualquier otra cosa, ser guiados por La Palabra y el Espíritu de Dios.

"No améis al mundo, ni las cosas que están en el mundo. Si alguno  ama al mundo, el amor del Padre no está en él. Porque todo lo que hay en el mundo, los deseos de la carne, los deseos de los ojos, y la vanagloria de la vida, no proviene del Padre, sino del mundo" ( I Juan 2:15-16)-

PENSAMIENTO PARA HOY: Para algunas personas, la popularidad y el poder de este mundo aparecen como un gigante deslumbrador, que debe ser ganado a cualquier costo.


CRISTO REVELADO: Como el "Hijo del Hombre" (Daniel 7:13-14). Esta visión fue confirmada por nuestro Señor Jesucristo cuando El habló de los últimos días, "... y verán al Hijo del Hombre viniendo sobre las nubes del cielo, con poder y gran gloria" (Mateo 24:30)