HECHOS

El libro de los Hechos es una continuación del Evangelio Según Lucas. Contiene la historia de los primeros treinta años de la iglesia. La iglesia comenzó con 120 discípulos a quienes Jesús ordenó que esperaran en Jerusalén "la promesa del Padre" -- el Espíritu Santo.

Cuanto menos, 70 veces en Hechos se menciona el ministerio del Espíritu Santo. El Espíritu Santo descendió al corazón y llenó de poder a un pequeño grupo de creyentes para alcanzar al mundo con Su Palabra.

El libro registra solo "los hechos" de dos apóstoles. Pedro y la iglesia de Jerusalén sobresalen en los primeros doce capítulos. Después de la muerte de Esteban, una intensa persecución obligó a la iglesia a dispersarse "hasta lo último de la tierra" (1:8). Después de la conversión de Saulo (Pablo) de Tarso, Antioquía se volvió el centro del evangelismo mundial, extendiéndose hacia Europa. Los capítulos 13 a 21 dan prominencia a los tres viajes misioneros de Pablo.

El libro termina abruptamente con la prisión de Pablo en Roma.

JUAN 19 - 21

PUNTOS SOBRESALIENTES: Crucifixión de Cristo, entierro y resurrección; Su aparición a Sus discípulos; el pacto de Pedro con Cristo es reafirmado.

VERSÍCULOS DE HOY: "Y él, cargando su cruz, salió al lugar llamado de la Calavera ... allí le crucificaron ... dijo: Consumado es. Y habiendo inclinado la cabeza, entregó el espíritu" (Juan 19:17-18,30).

La simple expresión: "le crucificaron", describe la forma más dolorosa y brutal de ejecución. Se colocaba al condenado en una cruz, sus brazos abiertos, y ponían clavos en sus palmas y sus pies. Luego levantaban la cruz, la dejaban caer en un hoyo y el hombre quedaba colgado hasta morir.

Durante su tiempo de sufrimiento, sed y fiebre, Cristo oró por Sus verdugos, diciendo: "Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen" (Lucas 23:24).

Algunos consideran a Jesús como un gran ejemplo al cual imitar; pero olvidan que todo en Su vida apuntaba hacia Su muerte en la cruz. Luego exclamó: "Consumado es" (Hablaba de Su obra). Además, la crucifixión de Cristo "nunca para ser olvidada" no fue la muerte de un héroe o de un mártir. Fue la muerte del Hijo único de Dios: el Cordero de Dios, "el cual se dio a sí mismo por nuestros pecados para librarnos del presente siglo malo" (Gálatas 1:4). Había "consumado" Su gran obra por nuestra salvación.

"Pero Cristo, habiendo ofrecido una vez para siempre un solo sacrificio por los pecados, se ha sentado a la diestra de Dios ... porque con una solo ofrenda hizo perfectos para siempre a los santificados" (Hebreos 10:12-14).

PENSAMIENTO PARA HOY: Cada cristiano tiene su "mundo" personal por el cual es responsable de mostrar y hablar del poder salvador de Dios.

REFERENCIAS: Para Juan 19:24: Salmos 22:18. Juan 19:36: Éxodo 12:46; Salmos 34:20. Juan 19:37: Zacarías 12:10.