Pablo escribió la primera carta a la iglesia de Corinto para corregir muchos problemas graves entre sus miembros. La iglesia estaba dividida en varios grupos y había otros pecados que estorbaban seriamente el crecimiento espiritual de la iglesia. Dijo que eran cristianos faltos de madurez, bebés incapaces de juzgar espiritualmente.
I Corintios 13 es uno de los capítulos más amados del Nuevo Testamento, pues da una definición general del amor. El capítulo 15 es una de las más bellas explicaciones de la resurrección del Señor.
II Corintios se escribió para elogiar a la iglesia por haber corregido sus errores. Partes de la carta son alegres porque muchos se habían arrepentido al leer la primera carta. Pero en partes también, Pablo les reprende porque algunos todavía eran desconfiados y "criticones", buscando manchar el carácter del apóstol.
Pablo les desafió a separarse del mundo, diciendo: "Salid de en medio de ellos, y apartaos, dice el Señor, y no toquéis lo inmundo" (6:17).
Y les insistió acerca de la absoluta certeza de vida más allá de la muerte: "Porque sabemos que si nuestra morada terrestre, este tabernáculo, se deshiciere, tenemos de Dios un edificio, una casa no hecha de manos, eterna, en los cielos"(5:1).