30/12/10

Señal del fin (4ta Parte)

El mensaje empieza así: "Temed a Dios dadle gloria". ¿Por qué? La razón es que el mensaje  debe ser predicado en un tiempo cuando el ser humano prefiere adorar a la criatura y no al Creador. Este es el motivo por el que el ángel destaca las obras prodigiosas de Dios. Es necesario enfatizar la soberanía de Dios como Creador. Dios es infinitamente más grande que las cosas que él creó. Él "hizo el cielo y la tierra, el mar y las fuentes de las aguas"(Apocalipsis 14:7). Por tanto, la criatura no puede dirigir su atención a las cosas creadas. Debe dirigirla al Creador.


Los mensajeros simbolizados por el ángel demandan la adoración del ser humano al Dios creador. Y justifican esta demanda diciendo: "Porque la hora de su juicio ha llegado". El mundo debe abandonar con urgencia sus caminos de idolatría, y adorar al único y verdadero Dios porque llegó la hora de su juicio.

¿De qué juicio se habla aquí? Cuando los cristianos piensan en el juicio divino, generalmente se proyectan hacia el futuro. Lo relacionan con la venida de Cristo y la destrucción final de este mundo. Pero el ángel dice que la hora de su juicio "ha llegado". Por tanto, no puede ser un asunto del futuro sino del pasado y del presente.

El profeta Daniel describe ese evento de la siguiente manera: "Estuve  mirando hasta que fueron puestos tronos, y  se sentó un Anciano de días, cuyo vestido era blanco como la nieve, y el pelo de su cabeza como lana limpia... Un río de fuego procedía y salía de delante de él; millares de millares le servían, y millones de millones asistían delante de él; el juez se sentó, y los libros fueron abiertos" (Daniel 7:9,10).

Hablar  del juicio causa temor. Pensar en el juicio resulta incómodo. Las personas relacionan el juicio con destrucción. Y si es destrucción, ¿cómo puede ser parte del evangelio eterno? El evangelio es "buena nueva". No son noticias desagradables; necesitan llevar confianza, y no miedo, al corazón de las personas. ¿No lo crees?.

Para entender esto, haz de cuenta que una persona se apoderó de tu casa. Ambos se dirigen a la Corte y esperan el veredicto del juez. Al llegar el momento del juicio, ¿quién debe temer? ¿Tú, que vas a tomar de vuelta lo que te pertenece, o el hombre que se apoderó injustamente de lo que no era suyo? Por tanto, el juicio es buena nueva para los justos. Para los impíos es una noticia que genera miedo y desesperación.

De acuerdo con la Biblia, el juicio es parte del evangelio de salvación por un simple motivo: el Señor Jesús, hablando del Espíritu Santo, dijo: "Y cuando él venga, convencerá al mundo de pecado, de justicia y de juicio"(Apocalipsis 12:17). Ahí están los componentes del mensaje completo del evangelio. Primero, yo soy un pecador, y nada de lo que haga por mis propias fuerzas puede librarme de la condenación a la que mis pecados me sometieron. Segundo, la justicia sólo viene de Jesús, por cuanto él murió por mí en la cruz y me ofrece gratuitamente su gracia. Tercero, si yo no aprovecho hoy la gracia maravillosa de Jesús, voy a tener que dar cuentas de mi decisión en el proceso judicial que enfrentaré delante del Tribunal divino.

28/12/10

Señal del fin (3era Parte)

Está registrado en el capítulo 14 de dicho libro de la siguiente manera: "Ví volar por en medio del cielo a otro ángel, que tenía el evangelio eterno para predicarlo a los moradores de la tierra, a toda nación, tribu, lengua y pueblo, diciendo a gran voz: Temed a Dios, y dadle a aquel que hizo el cielo y la tierra, el mar y las fuentes de las aguas"(Apocalipsis14:6,7).

Percibe bien lo que dice el texto. El evangelio que el ángel tenía para predicar es eterno. El mismo Dios y el mismo mensaje. Si en Dios no hay mudanza ni sombra de variación, tampoco los hay en el evangelio. Jesús dijo: "El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán"(San Mateo 24:35). Por tanto, el evangelio que el mundo debe oír en el tiempo del fin no es un evangelio modificado ni algo que cambió con el correr de los tiempos. El evangelio del Edén es el mismo del Sinaí. Las buenas nuevas del Sinaí son las mismas de los tiempos de Jesús. El maestro de Galilea, predicó el mismo evangelio que predicaron los apóstoles. El evangelio del Nuevo Testamento es el mismo de la Edad Media y es el mismo de nuestros tiempos, llamados posmodernos. Las buenas noticias de que Jesús murió en la cruz del Calvario para salvar a la humanidad fueron, son y continuarán siendo las mismas, por los siglos de los siglos. El evangelio es eterno.

¿En qué consiste el evangelio? En el anuncio de la salvación. El centro del evangelio es Cristo; lo que él hizo, hace y hará por la raza humana. Son noticias de perdón y restauración. La humanidad necesita oír este evangelio. Por eso, en los momentos de agonía que el planeta padece, Dios hace aparecer un ángel en medio del cielo para predicar este mensaje con énfasis fuera de lo común.


¿Quíén es este ángel? ¿A quién representa? En el lenguaje profético, un ángel simboliza a un mensajero o a un  grupo de mensajeros. Esto quiere decir que, antes del regreso de Cristo, Dios levantaría un grupo de mensajeros que proclamarían el evangelio eterno a todo el mundo. Proféticamente, estos  mensajeros surgirían después de la persecución de la iglesia obediente.

La profecía dice que este grupo de mensajeros predicaría con "gran voz". Es un mensaje claro y sonoro. Un mensaje que a veces asusta. Un mensaje políticamente incorrecto. No combina con el modo de pensar de la mayoría.