19/1/09

NÚMEROS 19-20

PUNTOS SOBRESALIENTES: El sacrificio de la vaca alazana; muerte de María; agua de la roca; Edom niega el pase de Israel; muerte de Aarón.

VERSÍCULOS DE HOY: “Y habló Jehová a Moisés, diciendo… y habla a la peña… Entonces alzó Moisés su mano y golpeó la peña con su vara dos veces; y salieron muchas aguas…” (Números 20:7-8, 11).

En una ocasión durante el primer año del viaje de Israel en el desierto, Dios mandó a Moisés a golpear la roca, y de ella salió abundancia de agua (Éxodo 17:1-6).

Para los israelitas el agua que brotó de la roca era agua simple, pero el Nuevo Testamento revela su significado espiritual: “Y todos bebieron la misma bebida espiritual; porque bebían de la roca espiritual que los seguía, y la roca era Cristo” (1 Corintios 10:4).

El primer golpe sobre la roca era en obediencia a la Palabra de Dios. Simbolizaba a Cristo, quien fue golpeado por Dios por nuestros pecados (Isaías 53:4-5).

Pero en esta ocasión, aproximadamente 40 años más tarde, Dios dijo a Moisés que le hablara a la roca (Números 20:8). Por lo contrario, él golpeó a la roca dos veces, sugiriendo que un sacrificio no había sido suficiente y por consiguiente contradiciendo la Palabra de Dios que dice, “… al pecado murió una vez” (Romanos 6:10).

Moisés no pudo comprender la magnitud de su desobediencia cuando golpeó la roca dos veces. Pero su fracaso de no poder entrar en el Tierra Prometida debido a desobediencia nos enfatiza la importancia de obedecer la Palabra de Dios.

Jesús dijo que “Si guardares mis mandamientos, permaneceréis en mi amor; así como yo he guardado los mandamientos de mi Padre, y permanezco en su amor” (Juan 15:10).

PENSAMIENTO PARA HOY: La obediencia inmediata a la voluntad de Dios es un camino seguro para expresar nuestra fe.

CRISTO REVELADO: A través de la roca que fue golpeada (Números 20:8-11). Cristo, nuestra roca, quien fue golpeada una vez a través de su muerte en la cruz, no necesita ser golpeada otra vez (1 Corintios 10:4; Romanos 6:10).

NÚMEROS 16-18

PUNTOS SOBRESALIENTES: La rebelión de Coré; destrucción de la plaga; la vara de Aarón; provisión para los sacerdotes y levitas; ofrenda de regalo (esfuerzo).

VERSÍCULO DE HOY: “… doscientos cincuenta varones de los hijos de Israel, príncipes de la congregación, de los del consejo, varones de renombre… se juntaron contra Moisés…” (Números 16:2-3).

Coré, el primo de Moisés, había ganado la confianza de la mayoría de los líderes de las naciones, y los condujo a oponerse al liderazgo de Moisés. Creían que deberían tener voto para tomar decisiones para la nación y que la mayoría debería gobernar.

Aunque Coré y sus seguidores pudieron haber sido sinceros, Dios había colocado a Moisés en la posición de liderazgo. Por consiguiente, se estaban oponiendo a Dios, no a Moisés.

Existe la tendencia de magnificar las debilidades e insuficiencias de los líderes de Dios. Pero aquellos con discernimiento espiritual reconocen que Dios es el único que coloca a Sus líderes en posiciones de autoridad, sin tomar en cuenta sus fallas posteriores. Y El es capaz de llevar a cabo su obra a través de ellos. Además, lo que aparente ser una falla, puede realmente ser una característica o habilidad que Dios les ha dado, siendo las debilidades un medio por el cual Dios muestra su poder.

En lugar de criticar a aquellos que tienen autoridad sobre nosotros, Dios desea que oremos por ellos y los estimulemos.

“Pero estos blasfeman a cuantas cosas no conocen… ¡Ay de ellos! Porque han seguido el camino de Caín, y se lanzaron por lucro en el error de Balaam, y perecieron en la contradicción de Coré… Estos son murmuradores, querellosos, que andan según sus propios deseos, cuya boca habla cosas infladas, adulando a las personas para sacar provecho” (Judas 1:10-11,16).

PENSAMIENTO PARA HOY: Es imposible tener una actitud correcta hacia Dios, mientras se mantenga una actitud equivocada hacia los padres, líderes espirituales u otras autoridades delegadas.

CRISTO REVELADO: A través de las primeras frutas maduras (Números 18:13; compare Levítico 23:9-14). “Más ahora Cristo ha resucitado de los muertos; primicias de los que durmieron es hecho” (1 Corintios 15:20). La resurrección de Cristo es una promesa de la resurrección venidera (Juan 11:25-26).