10/1/10

SALMOS 36 - 39

PUNTOS SOBRESALIENTES: Confianza de David en Dios; destrucción de los impíos; la oración del corazón penitente; brevedad de la vida.

VERSÍCULOS DE HOY: "Porque contigo está el manantial de la vida; en tu luz veremos la luz. Extiende tu misericordia a los que te conocen ..." (Salmo 36:9-10).

El amor benigno de nuestro Padre Celestial fue manifestado por el regalo que dio al mundo, el regalo de "su Hijo unigénito" (Juan 3:16).

Jesús reveló el amor maravilloso de Dios. "Porque Dios ... es el que resplandeció en nuestros corazones, para iluminación del conocimiento de la gloria de Dios en la faz de Jesucristo" (II Corintios 4:6). El es la Fuente de vida y luz para todo aquel que lo acepta como su Salvador.

Así como nuestra existencia terrenal depende del sol para mantener nuestra vida física, dependemos del Hijo de Dios para mantener nuestra vida espiritual. La "luz" de la sabiduría humana o el esfuerzo humano nunca pueden producir garantías de que uno es salvo y tiene paz con Dios.

Para recibir Su amor benigno, dependemos totalmente de la Luz de la Palabra de Dios porque "... la exposición de tus palabras alumbra; hace entender a los simples" (Salmo 119:130).

Cuando una persona descuida la Palabra de Dios, rechaza la Fuente de vida y luz, Cristo, la Luz del mundo (Juan 1:1-14).

"Otra vez Jesús del habló, diciendo: Yo soy la luz del mundo; el que me sigue no andará en tinieblas, ... si no creéis que yo soy, en vuestros pecados moriréis" (Juan 8:12,24).

PENSAMIENTO PARA HOY: Cuando leemos la Palabra de Dios, ésta nos proporciona luz para el sendero de la vida.




CRISTO REVELADO: Como la Fuente de vida y Luz verdadera (Salmo 36:8-9). Jesús no sólo es la Fuente de vida, sino que también es la Fuente del río de agua viva (compáre Juan 4:10,14; Apocalipsis 22:1).

9/1/10

SALMOS 31 - 35

PUNTOS SOBRESALIENTES: La confianza de David en Dios; la bendición de perdonar; alabanza al Señor por Su creación; el Señor escucha al justo; oración de David por seguridad.

VERSÍCULO DE HOY: "Mi pecado te declaré, y no encubrí mi iniquidad. Dije: Confesaré mis transgresiones a Jehová; y tú perdonaste la maldad de mi pecado. Selah" (Salmos 32:5).

Cuando Natán el profeta confrontó a David con su iniquidad, éste confesó su pecado y su necesidad de misericordia y perdón. Y el Señor perdonó a David, no sólo de su pecado, sino también de la iniquidad de su pecado.

"Iniquidad" significa más que rechazar la Palabra de Dios, más que un simple fracaso o debilidad. Significa alejarnos de aquello que sabemos es correcto, torciendo la verdad para complacer nuestro deseo personal. El resultado inevitable de la iniquidad es siempre miseria y desdicha. No puede haber una paz y un gozo duradero hasta que el pecado no sea confesado con sinceridad y abandonado.

"No os engañéis; Dios no  puede ser burlado: pues todo lo que el hombre sembrare, eso también segará" (Gálatas 6:7).

PENSAMIENTO PARA HOY: Si el creyente continúa en pecado se está privando de las bendiciones del Señor y está escogiendo una vida de miseria y soledad.



CRISTO REVELADO: En la profecia: "El guarda todos tus huesos; ni uno de ellos será quebrantado" (Salmo 34:20; compare Juan 19:36).