13/2/10

ISAÍAS

El libro de Isaías fue escrito por el profeta  Isaías, quien vivió en Jerusalén, la capital de Judá. Su ministerio continuó por 50 a 60 años durante los reinados de Uzías, Jotám, Acaz, Ezequías y posiblemente Manasés.

Esta fue una era de prosperidad y solo pocas personas en el reino de Judá permanecieron fieles a Jehová.

El reino hermano de Judá, Israel, bajo Jeroboam II, también disfrutó de prosperidad; pero fue aun más corrupto que Judá, social, política y moralmente.


En el principio del ministerio de Isaías, Asiria dominaba el mundo. Durante la vida de Isaías, Asiria atacó a Samaria, capital del Reino del Norte, derrotó a las diez tribus del Reino de Israel, tal como Isaías lo había profetizado (9:8, 10:4). Los israelitas fueron llevados cautivos a territorios asirios al este del río Tigris.

Israel se había olvidado de "todos los mandamientos de Jehová su Dios y se hicieron imágenes fundidas de becerros". Debido a esto el profeta profetizó que serían destruidos ( II Reyes 17:16,18).

La carga de Isaías era mantener al pequeño reino de Judá alejado de una destrucción similar, haciendo que volvieran a los caminos del Señor.

El primer capítulo de Isaías es un resumen de su mensaje completo. Expone la pecaminosidad de Judá y de Jerusalén (1:3-8), expresa las apelaciones de amor del Señor por su arrepentimiento (1:16-19), e indica la seguridad de un juicio venidero (1:24; 29-31). El instó a que caminaran a la luz de la Palabra de Dios (2:5). Pero la nación de Judá fue indiferente y continuó adorando solo por formalidad, despreciando de esta manera la relación de pacto con Dios.

La frase "el Santo de Israel" (1:4) es usada 30 veces en este libro. Fue al Santo que la nación rechazó.

Isaías profetizó que, debido a su pecado, la nación de Judá sería destruida por los babilonios. Pero también dio mensajes de consuelo y esperanza para aquellos que se mantuvieron fieles.

Muchas de las profecías de salvación van más allá del reino de Judá, a todo Su pueblo, incluyendo a los gentiles. La invitación para aceptar esta salvación es extendida a todos en el capítulo 55.

Isaías también profetizó que el Mesías nacería de una virgen (7:14) y que El se sentaría en el trono de David y que gobernaría al mundo en justicia y en verdad.

Jesús citó a Isaías en 61:1-2 cuando se refirió a El mismo (Lucas 4:17-21). El Nuevo Testamento cita más profecías de Isaías que de cualquier otro libro del Antiguo Testamento.

12/2/10

CANTAR DE LOS CANTARES 1 - 8

PUNTOS SOBRESALIENTES: Virtudes del amor en el matrimonio; simbólico del amor de Cristo por la Iglesia.

VERSÍCULO DE HOY: "Cantar de los cantares, el cual es de Salomón" (Cantares 1:1).

El Rey Salomón era dueño de una viña en el área de Efraín (Cantares 8:11).

La familia que la cuidaba tenía una hija cuyos hermanos aparentemente la despreciaban. La hacían trabajar largas horas, cuidando de la viña como las ovejas. Trabajaba todo el día bajo el sol caliente y llegó a broncearce  bastante, y dijo: "Y mi viña, que era mía, no guardé", queriendo decir que no tuvo la oportunidad de cuidar de sí misma (1:6).

Un día mientras cuidaba de las ovejas, levantó la vista y miró a un pastor extranjero. Avergonzada dijo, "No reparéis en que soy morena, porque él sol me miró" (1:6). Pero para él, ella era muy hermosa: "He aquí que tú eres hermosa, amiga mía" (1:15).

Poco a poco la amistad se convirtió en amor, y finalmente este pastor había ganado el corazón de la hija despreciada. Cuando ella le preguntó donde pastaba su rebaño, él se mostró evasivo (1:7). Pero antes de que su amado se fuese, él le dijo que volvería diciendo: "Levántate, oh amiga mía, hermosa mía, y ven" (2:10). Ella confió que algún día él volvería por ella.

Entonces pensó en aquel día en el cual sería su novia. Algunas veces ella soñaba con él, pero se despertaba y  veía que él no estaba ahí (3:1).

Un día una larga procesión de los "hombres valientes" del rey y Salomón mismo se detuvieron afuera de la viña (3:7). Para la gran sorpresa de la hija sulamita, el guardia real anunció que el rey había venido por ella. Cuando se acercó y miró su rostro, se sorprendió al darse cuenta que él era el pastor extranjero que había conquistado su corazón. Ella dijo : "Yo soy de mi amado, y conmigo tiene su contentamiento" (7:10).

Desde Génesis hasta Apocalipsis, tenemos la historia del Pastor- Rey que bajó de la gloria de los cielos a este mundo obscuro para llevarse a Su novia. Entonces se fue, pero dijo, "Vendré otra vez, y os tomaré a mi mismo" (Juan 14:3). De manera que Su novia está esperando ansiosa por el anuncio real: "Aquí viene el esposo ..." (Mateo 25:6).

PENSAMIENTO PARA HOY: ¿Está usted listo para el regreso del Señor?.


CRISTO REVELADO: Como el "señalado entre diez mil" (Canta de los Cantares 5:10). Jesús es el REY DE REYES, Y SEÑOR DE SEÑORES (Apocalipsis 19:16).