19/3/10

LAMENTACIONES 1 - 2

PUNTOS SOBRESALIENTES: Lamentaciones de Jeremías sobre la miseria de Jerusalén.

VERSÍCULO DE HOY: "Sus puertas fueron echadas por tierra, destruyó y quebrantó sus cerrojos; su rey y sus príncipes están entre las naciones donde no hay ley; sus profetas tampoco hallaron visión de Jehová" (Lamentaciones 2:9).

Jerusalén - la grandiosa y gloriosa ciudad de Dios - estaba en ruinas. El vacío y angustia que arrasó al pueblo por su terrible pérdida, fue dolorosamente expresada por el entristecido profeta, Jeremías. La destrucción del Templo con su lugar santísimo, su asiento de misericordia y el arca de la alianza con la Leyes originales de Moisés, es evidencia de las terribles consecuencias del pecado.

Jeremías expresó primero su pesar por la pérdida de todas las hermosas cosas materiales en la ciudad de Dios. Pero su dolor se concentró en una calamidad mayor, la pérdida de la presencia y protección de Dios. En efecto, la adoración religiosa era nada más que una pretención vacía, y sus profetas "tampoco hallaron visión de Jehová".

Si damos menos de lo mejor - nuestro tiempo extra o dinero extra - posiblemente que nuestra adoración sea vacía. Nuestra fe y confianza en Dios son fortalecidas cuando nos apropiamos de la Palabra de Dios para nuestras vidas.

"Mi pueblo fue destruido, porque le faltó conocimiento. Por cuanto desechaste el conocimiento, yo te echaré del sacerdocio; y porque olvidaste la ley de tu Dios, también yo me olvidaré de tus hijos" (Oseas 4:6).

PENSAMIENTO PARA HOY: La Palabra escrita de Dios es aceptada a través de los ojos de la fe.


CRISTO REVELADO: Por el pesar de Jeremías cuando cayó Jerusalén (Lamentaciones 1:12-22). Jesús expresó su dolor porque Jerusalén fracasó al no venir a El (Mateo 23:37; Lucas 13:34).

18/3/10

LAMENTACIONES


Jeremías vivió en Jerusalén y vio sus profecías cumplidas. Jerusalén estuvo primero sujeta a los horrores del hambre ( 2: 19; 4:10); después los ejércitos babilónicos saquearon la Ciudad Santa, destruyendo el Templo. Afuera de Jerusalén, Jeremías lloró.

El libro de Lamentaciones es un mensaje del profundo dolor por la destrucción del reinado que tan arduamente trató de salvar.

Jeremías sabía las consecuencias inevitables de la desobediencia del pueblo, "Jehová la afligió por la multitud de sus rebeliones" (1:5). La ciudad de Dios se había convertido tan impía como Sodoma ( 4:6; compare Lucas 12:47-48).

Sabiendo que Dios es misericordioso, Jeremías apeló a El en oración. Sin embargo no pudo evitar que el pueblo de Judá se alejara de Dios ni pudo dirigirlos nuevamente a adorarlo. Aunque el libro de Lamentaciones muestra que el Dios de amor y justicia también debe ser el Dios de juicio sobre el pecado, existe una nota de confianza en Dios y esperanza para el futuro.