26/4/10

SOFONÍAS 1 - HAGEO 2

PUNTOS SOBRESALIENTES: El día del juicio del Señor; destrucción futura de las naciones gentiles; el pueblo es exhortado a reedificar el Templo; infidelidad reprendida.

VERSÍCULO DE HOY: "Sembráis mucho y recogéis poco ... el que trabaja a jornal recibe su jornal en saco roto" (Hageo 1:6).

Los israelitas que fueron a Jerusalén debido al decreto de Ciro, instalaron el altar, establecieron adoración diaria, y reedificaron los cimientos del segundo Templo. Pero su entusiasmo pronto desapareció y la oposición persistente de los enemigos samaritanos hizo que la construcción se detuviera. Parecía increíble que hubiesen pasado 14 años y que nada más se haya llevado a cabo. Pero continuaron esperando mejores tiempos y menos oposición.

Hageo dio cinco mensajes, exhortando al pueblo a poner a Dios primero en sus vidas. Al escuchar las palabras del Señor, empezaron inmediatamente a construir el Templo, y fue completado en sólo cuatro años.

Excusas similares pueden darse hoy para no hacer la obra del Señor. Es escuchando la Palabra de Dios que renueva nuestro amor y determinación de poner al Señor primero en nuestras vidas.

"Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas éstas cosas os serán añadidas" (Mateo 6:33).

PENSAMIENTO PARA HOY: Aceptar lo que otra persona dice acerca de la Biblia no es suficiente, debemos leerla nosotros mismos para estar seguros.

CRISTO REVELADO: Como "el Rey de Israel en medio de tí" (Sofonías 3:15; Juan 18:33-37).

25/4/10

HAGEO Y ZACARÍAS


Hageo y Zacarías probablemente nacieron en Babilonia durante el exilio y fueron a Jerusalén después de que el Rey Ciro emitió el decreto para reedificar el Templo.

El trabajo de los cimientos del Templo empezó inmediatamente después de que los primeros exiliados llegaron a Jerusalén. Después de que los  cimientos fueron colocados, los israelitas enfrentaron intensa oposición por parte de los samaritanos, quienes lograron que el rey de Persia detuviera el trabajo (Esdras 4:23). Asi 15 años después, Hageo y Zacarías comenzaron a predicar en Jerusalén.

Hageo apelo a aquellos que en forma egoísta se preocupaban por construir sus propias moradas, en lugar de la construcción de la casa del Señor. Hageo los exhortó a poner a Dios primero.

Zacarías se unió con Hageo en animar a los judíos para reedificar el Templo. Escribiendo acerca del Rey de Sión que venía, Zacarías habló del Mesías esperado y del juicio final.

A través de la predicación de la Palabra de Dios, convirtieron a la nación débil de una actitud de indiferencia, a un nuevo deseo ferviente para terminar el Templo (Esdras 6:14).