PUNTOS SOBRESALIENTES: Separación de los sacerdotes; la santidad de las ofrendas; las fiestas nombradas.
VERSÍCULOS DE HOY: “Dí a Aarón y a sus hijos… Todo varón… que se acerque a las cosas sagradas… teniendo inmundicia sobre sí, será cortado de mi presencia… ” (Levítico 22:2-3).
Si un sacerdote era deshonrado, él no podía llevar a cabo sus funciones de sacerdote o participar de los alimentos sacerdotales, hasta que hubiese sido purificado (Levítico 22:4-6).
Los animales que eran ofrecidos a Dios debían ser sin defecto, símbolo de nuestro Señor inmaculado. De igual manera, los sacerdotes debían ser lavados y consagrados. Esto simbolizaba su separación de las cosas mundanas lo cual les impediría tener una relación correcta con Dios.
De la misma manera que el sacerdote estaba solo temporalmente descalificado de servir al Señor, o de ofrecer sacrificios, también los cristianos deberían rápidamente cambiar su comportamiento incorrecto, para que su adoración al Señor sea efectiva.
Cualquier regalo o servicio, sin importar cuan grande sea, no es aceptable si es dado con la intención de gloriarse a sí mismo o esperando alabanzas de otros. Esto también se aplica cuando el dador mantiene un espíritu de odio o celos en su corazón. Estas actitudes de la carne hacen que el creyente parezca “inmundo,” inmerecedor de adorar u ofrecer alabanzas al Señor.
“… reconcíliate primero con tu hermano, y entonces ven y presenta tu ofrenda” (Mateo 5:24).
PENSAMIENTO PARA HOY: El cristiano que sirve al Señor aceptablemente tendrá el deseo de ser limpio en cuerpo y en espíritu.
CRISTO REVELADO: Levítico 23, en las siete fiestas grandes religiosas; La Pascua; Fiesta del Pan sin Levadura; Fiesta de los Primeros Frutos; Fiesta de Pentecostés; Fiesta de las Trompetas; Día de la Expiación; Fiesta de los Tabernáculos, todo típico de Cristo.
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