Volvemos al punto de partida. Son los Mandamientos de Dios lo que está en juego.
De acuerdo con lo que dice Apocalipsis, en los últimos días existirá un poder religioso que tendrá mucha autoridad; será amado y respetado por multitudes, seguido y homenajeado por reyes y príncipes. Este poder tendrá mano de hierro para perseguir a los que no acepten su autoridad y no se sometan a él. ¿Quiénes no aceptan su autoridad? Los que insisten en ser fieles a Jesús y a su Palabra.
Hay más. La profecía afirma que en los días finales de este mundo también surgirá un poder político para apoyar al poder religioso que recibió la autoridad del dragón. El apóstol Juan lo describe así: "Después vi otra bestia que subía de la tierra ... y hacía que a todos, pequeños y grandes, ricos y pobres, libres y esclavos, se les pusiese una marca en la mano derecha, o en la frente; y que ninguno pudiese comprar ni vender, sino el que tuviese la marca o el nombre de la bestia, o el número de su nombre"(Apocalipsis 13:11,16,17).
¿Notas de lo que se habla aquí? Hay personas que serán perseguidas terriblemente. Ellas no podrán siquiera comprar o vender si no tienen la marca de la bestia. ¿Cuál es la marca de la bestia? Para llegar a una conclusión es necesario primero saber cuál es la marca de Dios. si es cierto que el dragón marca a sus seguidores, es también cierto que dios hace lo mismo con sus fieles y obedientes hijos. A éstos él los llama santos.
Lee lo que dice Juan: "Después de esto vi a cuatro ángeles en pie sobre los cuatro ángulos de la tierra, que detenían los cuatro vientos de la tierra, para que no soplase viento alguno sobre la tierra, ni sobre el mar, ni sobre ningún arbol"(Apocalipsis 7:1).Aquí se habla de la destrucción final del mundo, en ocasión de la venida de Cristo. Hay cuatro ángeles deteniendo los vientos destructores. ¿Con qué propósito? Sigue leyendo el texto: "Ví también a otro ángel que subía de donde sale el sol, y tenía el sello del Dios vivo, y clamó a gran voz a los cuatro ángeles, a quienes se les había dado el poder de hacer daño a la tierra y al mar, diciendo: No hagáis daño a la tierra, ni al mar, ni a los árboles, hasta que hayamos sellado en sus frentes a los siervos de nuestro Dios"(Apocalipsis 7:2,3). ¿Notas? El quinto ángel les dice a los cuatro anteriores que sigan deteniendo la destrucción final hasta que los hijos de Dios sean sellados.
Estamos en uno de los momentos más importantes de la historia del mundo, y muchas personas lo ignoran. Observa bien. Los que reciben el sello de Dios son librados de la destrucción final, mientras que Juan dice que si "alguno adora a la bestia y a su imágen, y recibe la marca en su frente o en su mano, él también beberá del vino de la ira de Dios"(Apocalipsis 14:9,10). Hay dos comandantes, ambos tienen sus seguidores. Ambos identifican a su pueblo. El dragón coloca la marca de la bestia. Jesús pone el sello de Dios.
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