19/1/09

LEVÍTICO 26-27


PUNTOS SOBRESALIENTES: Idolatría; bendiciones por la obediencia; castigos por la desobediencia; leyes concernientes a dedicaciones.

VERSÍCULO DE HOY: “No haréis para vosotros ídolos; ni escultura, ni os levantaréis estatua, ni pondréis en vuestra tierra piedra pintada para inclinaros a ella; porque yo soy Jehová vuestro Dios” (Levítico 26:1).

Todas las naciones alrededor de la Israel antigua eran naciones idólatras. Cuando los israelitas entraron en la Tierra Prometida, les fue ordenado destruir todo ídolo (Éxodo 23:24; 34:13; Números 33:52; Deuteronomio 7:5). El propósito de su existencia era el de manifestar el amor y poder fortalecedor del Dios vivo.

Quizás la forma más sutil de idolatría en esta opulenta sociedad es la acumulación (o deseo de acumular) cosas materiales. Por ejemplo, acaparamiento de cosas materiales es adoración a un ídolo.

“Porque la raíz de todos los males es el amor al dinero, el cual codiciando algunos, se extraviaron de la fe, y fueron traspasados de muchos dolores. Más tú, oh hombre de Dios, huye de estas cosas…” (1 Timoteo 6:10-11). Pablo tenía como un privilegio el sufrir la pérdida de todas las cosas. “A fin de conocerle, y el poder de su resurrección, y la participación de sus padecimientos, llegando a ser semejantes a él en su muerte” (Filipenses 3:10). Bernabé, “Como tenía una heredad, la vendió y trajo el precio y lo puso a los pies de los apóstoles” (Hechos 4:37). Un principio espiritual se revela en estos hombres tan grandemente usados por Dios. Ellos siguieron el ejemplo del Maestro, el cual no estaba obsesionado en poseer riquezas terrenales.

“¿No ha elegido Dios a los pobres de este mundo, para que sean ricos en fe?” (Santiago 2:5).

PENSAMIENTO PARA HOY: No tenemos necesidad de acogernos a cosas materiales. Dios aún sostiene a Su pueblo.

CRISTO REVELADO: Como aquel que morará entre nosotros (Levítico 26:11). Nuestra esperanza de gloria es Cristo en nosotros (Colosenses 1:27).

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