PUNTOS SOBRESALIENTES: Jesús y el sábado; los doce apóstoles son escogidos; Sermón del Monte; sanidades y milagros; preguntas de Juan el Bautista; Jesús es ungido.
VERSÍCULO DE HOY: "Entonces una mujer de la ciudad, que era pecadora ... estando detrás de él a sus pies, llorando, comenzó a regar con lágrimas sus pies, y los enjugaba con sus cabellos; y besaba sus pies y los ungía con perfume" (Lucas 7:37-38).
Un fariseo influyente llamado Simón, invitó a Jesús a visitar su hogar. Pero Simón aparentemente no estimaba en mucho a Jesús. No le entendió la cortesía acostumbrada de lavar Sus pies o de recibirle con un beso, como se acostumbraba hacer con visitantes distinguidos. Aparentemente decidió no tratarle como un visitante distinguido sino hasta estar seguro de que Jesús merecía tal honor.
Entonces llegó una persona no invitada, "una mujer de la ciudad", de mala reputación. Traía un frasco de alabastro con perfume; se puso a los pies de Jesús, y llorando comenzó a lavar Sus pies con sus lágrimas.
Al observar Simón esto, pensó: "Este, si fuera profeta, conocería quién y qué clase de mujer es la que toca, que es pecadora". Pero Jesús, conociendo sus pensamientos y viendo lo que había en su corazón, le dijo: "Simón, una cosa tengo que decirte".
Simón había juzgado mal la atención de ella para con Cristo. Había interpretando mal las lágrimas y el amor que la mujer mostraba hacia Jesús. De hecho, Simón le juzgó mal cuando dijo, ella ES una PECADORA; no, ella ERA una pecadora, pero ahora había encontrado al Salvador.
La dimensión de nuestro amor por Cristo se revela en el espíritu de compasión o de condena que tengamos hacia otros. Sí, Cristo era conocido como "amigo de publicanos y pecadores" (Mateo 11:19; Lucas 7:34).
PENSAMIENTO PARA HOY: Es injusto criticar a otros, aunque no hayan cumplido con lo que nosotros esperamos de ellos.
REFERENCIAS: Para Lucas 7:22: Isaías 61:1. Lucas 7:27: Malaquías 3:1
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