6/12/09

2 CRÓNICAS 21 - 24

PUNTOS SOBRESALIENTES:  Reino impío de Joram; profecía de Elías; reinado y muerte de Ocozías; reinado y muerte de Atalía; Joás llega a ser rey; Joás repara el Templo; muerte  del sacerdote Joiada; la nación de Judá se vuelca a la idolatría.

VERSÍCULO DE HOY: "Y Joiada hizo pacto entre sí y todo el pueblo y el rey, que serían pueblo de Jehová" (2 Crónicas 23:16).

La esposa del sacerdote Joiada ocultó al infante Joás, el único descendiente que sobrevivió del linaje real de David, y así lo protegió de ser asesinado por Atalía. En el séptimo año del reinado de Atalía, Joiada ungió a Joás como rey e hizo ejecutar a Atalía.

Durante los años adolescente de Joás, Joiada fue realmente el líder de la nación. Como sumo sacerdote restauró la nación de acuerdo a las leyes de Dios, reparó el Templo y destruyó la adoración de Baal.

Con la excepción de Samuel, la historia no registra un sacerdote igual a Joiada. Bajo su influencia el pueblo obedeció estrictamente la Ley de Dios, y la nación properó una vez más. Después de la muerte de Joiada, Joás se alejó pronto de "la casa de Jehová ... entonces la ira de Dios vino sobre Judá y Jerusalén ..." (2 Crónicas 24:18).

El descubrimiento de la Palabra de Dios puede causar que la verdad, que una vez regía nuestra vida, llegue a confundirse u olvidarse y que gradualmente dejemos de hacer la voluntad de Dios. La estabilidad y la fortaleza espiritual son alcanzadas por aquellos que están dispuestos a sacrificar todo lo necesario para mantenerse fieles a Su voluntad.

"... estimo todas las cosas como pérdida por la excelencia del conocimiento de Cristo Jesús, mi Señor ... a fin de conocerle, y el poder de Su resurrección, y la participación de sus padecimientos, llegando a ser semejante a él en su muerte" (Filipenses 3:8,10).

PENSAMIENTO PARA HOY: El descuido de la Biblia ha hecho que muchos pierdan el sentido de la dirección espiritual.

CRISTO REPRESENTADO: Por Joás, quien tuvo que ser salvado de la muerte (2 Crónicas 22:10-12). Cristo fue ocultado de Herodes quien quería matarlo (Mateo 2:13-14).

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