PUNTOS SOBRESALIENTES: Ayuno y confesión de pecados; la lectura de la Ley; confesión de la misericordia de Dios; pacto para guardar la Ley.
VERSÍCULO DE HOY: "Y enviaste tu buen Espíritu para enseñarles, y no retiraste tu maná de su boca, y agua les diste para su sed" (Nehemías 9:20).
Escuchando cuidadosamente cuando Esdras les leía del libro de la Ley, los israelitas se dieron cuenta que no habían estado viviendo de acuerdo a los mandamientos de Dios. Humildemente "se reunieron los hijos de Israel en ayuno" (Nehemías 9:1), lo cual produjo una demostración espontanéa de confesión, alabanza y adoración.
Revisando la historia del trato de Dios con los israelitas en el desierto, los sacerdotes habían revelado que Dios había provisto Su "buen Espíritu" para instruir a Su pueblo. Esta es una declaración notable en el Antiguo Testamento, y revela al Espíritu Santo enseñando a Su pueblo. (Isaías 63:10).
En el desierto, los hijos de Israel podían "ver" el maná y "beber" el flujo milagroso de agua en el desierto, pero poco les importaba que Dios les hubiese dada Su Espíritu Santo para instruirlos.
Una de las más grandes necesidades del mundo cristiano hoy en día es que el pueblo de Dios examine la importancia de tener una relación correcta con El, un requisito para que el Espíritu Santo nos pueda enseñar y guiar.
"... hablamos, no con palabras enseñadas por sabiduría humana, sino con las que enseña el Espíritu ..." (1 Corintios 2:13).
PENSAMIENTO PARA HOY: Solo en la medida que deseamos complacer a Dios, el Espíritu Santo nos revelará Su voluntad.
CRISTO REVELADO: Como el Creador (Nehemías 9:6). "Porque en él fueron creadas todas las cosas" (Colosenses 1:16).
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