ECLESIASTÉS 5 - 8

PUNTOS SOBRESALIENTES: Precaución contra votos a la ligera; el vacío de riquezas; sabiduría y bondad son mantenidos; respeto por los gobernantes.

VERSÍCULO DE HOY: "Asimismo he visto a los inicuos sepultados con honra; mas los que frecuentaban el lugar santo fueron luego puestos en olvido en la ciudad donde habían actuado con rectitud. Esto también es vanidad. Por cuanto no se ejecuta luego sentencia sobre la mala obra, el corazón de los hijos de los hombres está en ellos dispuesto para hacer el mal" (Eclesiastés 8:10-11).

Pareciera que Dios no escuchara los gemidos del inocente o que no viera la hipocresía de los impíos que inclusive frecuentaban el santuario de Dios, "el lugar santo". Se permitía que esta hipocresía continuara; Dios no interfirió para traer Su juicio sobre ellos.

A menudo parece que la justicia Divina ha sido suspendida cuando observamos la condición caótica mundial. Además, la opresión de los indefensos y la prosperidad de los impíos son cosas que crean confusión.

No sólo en la vida sino también en la muerte, los impíos son a menudo alabados y "enterrados" con todo el reconocimiento de su popularidad. Sin embargo con todas estas ventajas de apariencia externa que se llevan incluso hasta la tumba, no logran engañar a Dios.

Mientras el curso de la vida parece correr sin obstáculos, el pecador empieza a imaginarse que Dios es indiferente a la conducta humana, y después de todo Dios puede ser ignorado. Aun los cristianos ignorantes de la Palabra de Dios, se sorprenden por el atraso de la justicia Divina de enviar un castigo por los pecados impíos de la humanidad. Pero el juicio de la ley de Dios por el pecado es seguro y de eternas consecuencias.

"Porque si la palabra dicha por medio de los ángeles fue firme, y toda transgresión y desobediencia recibió justa retribución, ¿cómo escaparemos nosotros, si descuidamos una salvación tan grande?" (Hebreos 2:2-3).

PENSAMIENTO PARA HOY: No envidie la prosperidad de los impíos, es solo temporal.

CRISTO REVELADO: Como el Único que espera que guardemos nuestros votos (Eclesiastés 5:4). "Pero sea vuestro hablar: Sí, sí; no, no; porque lo que es más de esto, de mal procede" (Mateo 5:37).