27/2/10

ISAÍAS 64 - 66

PUNTOS SOBRESALIENTES: Nuestra justicia como trapos sucios; oración por la presencia de Dios; Nueva Jerusalén; promesas por contentamiento interior.

VERSÍCULO DE HOY: "Oh, si rompieses los cielos, y descendieras, y a tu presencia se escurriesen los montes ... Ni nunca oyeron, ni oídos percibieron, ni ojo ha visto a Dios fuera de tí, que hiciese por el que en el espera" (Isaías 64:14).

Quizás parezca que nuestra relación con Dios esté obstaculizada, por lo que parecen ser problemas enormes e insuperables. Algunas de estas "montañas" son el resultado de la oposición activa del enemigo, la cual puede ser vencida "porque mayor es el que está en vosotros, que el que está en el mundo" ( I Juan 4:4).

Entonces, existen montañas de pecado y de interés propio que cortan cada conección con el poder divino. Estas deben ser derribadas para disfrutar la presencia de Dios.

Pero otras montañas de impedimentos se levantan realmente por nuestra falta de fidelidad en la oración. No podemos ser efectivos en nuestra vida cristiana si no somos efectivos en la oración. Cuando nosotros "hacemos las cosas que son agradables delante de él" (I Juan 3:22), podemos orar y esperar que Dios va a quitar cada montaña, cada dificultad.

"Cosas que ojo no vio, ni oído oyó, ni han subido al corazón del hombre, son las que Dios ha preparado para los que le aman" ( I Corintios 2:9).

PENSAMIENTO PARA HOY: El egoísmo y el pecado rompen nuestra comunión con el Señor y nos privan de recibir la verdadera paz, gozo y sabiduría.


CRISTO REVELADO: Como el Creador del cielo nuevo y de una tierra nueva (Isaías 65:17; 66:22; compare II Pedro 3:13).

Como el Único cuya gloria será declarada entre las naciones (Isaías 66:18-19; Apocalipsis 5:12-13).

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