DEUTERONOMIO 29-31

PUNTOS SOBRESALIENTES: Moisés apela por obediencia y advierte contra la desobediencia; Josué nombrado sucesor de Moisés; los últimos concejos y advertencias de Moisés.

VERSÍCULOS DE HOY: “… Os he puesto delante la vida y la muerte… escoge, pues, la vida… amando a Jehová tu Dios, atendiendo a su voz, y siguiéndole a él; porque él es vida para ti…” (Deuteronomio 30:19-20).

Moisés concluyó sus bendiciones y maldiciones del pacto con la apelación de “escoge, pues, la vida,” para amar al Señor, obedecerle, y mantenerse fiel a El. La determinación y elección está dentro de cada individuo.

Moisés tenía un deseo intenso por el bienestar del pueblo. Describió dos direcciones posibles para la vida, una de las cuales debe tomar cada persona; no existe un tercer camino.

El primer camino es vida; una relación de corazón para amar al Señor. La otra alternativa es muerte espiritual, una guerra constante con Dios, el camino a destrucción eterna, “De cierto pereceréis” (Deuteronomio 8:19).

Hemos sido creados para adorar a algo o a alguien. Si no adoramos a Dios, nuestro amor y devoción se volcará a seguridad material, poder, fortuna, ambiciones sociales o físicas. El resultado final es muerte espiritual.

Gradualmente nos llevamos a escuchar solo lo que deseamos escuchar. La mayoría, como los israelitas, se han ensordecido a la voz de Dios, “Y anduvieres en pos de dioses ajenos” (8:19).

La “Vida” es más que existencia física y la “muerte” no equivale a falta de existencia. Pero “vida eterna” ha sido provista a través de la fe en Cristo. (Gálatas 3:26-27 y Efesios 2:8-9). Dios no solo garantiza Sus bendiciones de amor a lo largo de nuestra vida, sino también el estar con El eternamente.

El inconverso está en un estado de “muerte espiritual” y pronto “castigo eterno” (Mateo 25:46; Juan 3:36). Es raro que ante tales alternativas exista un momento de indecisión.

“El que tiene al Hijo, tiene la vida; el que no tiene al Hijo de Dios no tiene la vida” (1 Juan 5:12).

PENSAMIENTO PARA HOY: Cristo vino para que tengamos vida, y la tengamos en abundancia.

CRISTO REVELADO: Como Vida. Jesús es la Resurrección y la Vida (Deuteronomio 30:15; Juan 11:25).