9/2/09

JOSUÉ 14-16

PUNTOS SOBRESALIENTES: La Tierra Prometida dividida entre las tribus; Caleb hereda Hebrón; territorios adjudicados a Judá, Efraín y mitad de la tribu de Manasés en el lado oeste del Río Jordán.

VERSÍCULO DE HOY: “Pero no arrojaron al cananeo que habitaba en Gezer; antes quedó el cananeo en medio de Efraín, hasta hoy, y fue tributario” (Josué 16:10).

¿Por qué los efrainitas no pudieron derrotar a los cananeos en Gezer? ¿Fue por cobardía, porque no pudieron, o por algo mucho más serio? No existe ningún registro de que la tribu de Efraín ni siquiera tratara de reclamar ese territorio. Lo que aún se mantiene, es que desobedecieron las órdenes del Señor. Este es el resultado inevitable de la incredulidad.

La incredulidad de Efraín dio lugar a un espíritu de compromiso. En lugar de que los cananeos fuesen derrotados, “quedó el cananeo en medio de Efraín, hasta hoy, y fue tributario.”

La tribu de Efraín era suficientemente fuerte para dominar a los cananeos, por consiguiente no tenían ningún pretexto para permitir a los cananeos, por consiguiente no tenían ningún pretexto para permitir a los cananeos, que adoraban a ídolos, vivir entre ellos. La utilidad financiera fue aparentemente más importante para ellos que ser obedientes a Dios. No es de sorprenderse que finalmente siguieran los pasos de sus vecinos paganos y llegaran a ser idólatras.

Muchos se quejan y se rinden cuando sus circunstancias parecen ser difíciles o no como ellos las desean. Pero Dios siempre honra la fe de aquellos que dependen de Su Palabra.

“Más bien os escribí que no os juntéis con ninguno que, llamándose hermano, fuere fornicario, o avaro, o idólatra, o maldiciente, o borracho, o ladrón…” (1 Corintios 5:11).

PENSAMIENTO PARA HOY: Ya que somos grandemente influenciados por aquellos con quienes nos asociamos, necesitamos escoger amigos que nos acerquen más al Señor.

CRISTO REPRESENTADO: Por Caleb, quién siguió completamente al Señor (Josué 14:14). Nuestro Señor dijo: “He aquí que vengo, oh Dios, para hacer tu voluntad” (Hebreos 10:7).

No hay comentarios: